El alcalde de Las Vegas, Oscar Goodman, prefirió no hacer pública la noticia de que miembros de Al Qaeda habían grabado los casinos de la ciudad para evitar un efecto negativo en el turismo. Según los documentos obtenidos por Associated Press y las declaraciones del exfiscal federal Richard Convertino, el jefe del consistorio conocía el contenido de los vídeos, pero no lo reveló para velar por la buena salud del sector turístico, extremo que Goodman negó el lunes, señalando que nunca fue informado de la existencia de las cintas.

Encontradas en España y Detroit y entregadas al Departamento de Justicia en el 2002, la primera muestra casinos que los miembros de la red de Al Qaeda en Europa grabaron en 1997 y la segunda contiene secuencias de tres hoteles --MGM Grand, Excalibur y New York, New York-- que suman 11.000 habitaciones.

Además, tanto estos documentos como Convertino, antiguo fiscal del caso de Detroit, aseguran que el personal del servicio de seguridad de los casinos declinó la invitación del FBI para ver las imágenes. "Desgraciadamente, la información no fue tomada tan en serio como pensábamos que se debía tomar", dice Convertino.