La ultraderecha más radical y los excomunistas del PDS se beneficiaron ayer de los votos perdidos por el Partido Socialdemócrata (SPD) y la Unión Cristiano Demócrata (CDU) en las elecciones celebradas en los estados de Brandemburgo y Sajonia, en el este del país. En este nuevo test para las reformas del canciller alemán, Gerhard Schröder, el electorado del territorio de la extinta RDA --el más movilizado contra la política de Berlín-- decidió castigar con fuerza a los conservadores y menos duramente a los socialdemócratas.

Los nazis del Partido Nacional Democrático (NPD) pasaron de la nada a lograr representación en el Parlamento de Sajonia, tras conseguir el 9,3% de los votos, mientras que sus socios de la Unión Popular de Alemania (DVU) podrán mantenerse en la Cámara de Brandemburgo después de alcanzar el 5,9% del apoyo electoral. El líder del NPD en Sajonia, Holger Apfel, causó anoche un incidente en el plató de la televisión ZDF al decir que ayer fue "un gran día para los alemanes que quieren ser alemanes". La presentadora del programa comentó: "Era de esperar" y le quitó la palabra al ultra, mientras que el resto de contertulios políticos abandonó el plató.

LOS OTROS VENCEDORES Junto a los extremistas de derechas el gran vencedor de la jornada de ayer fue el Partido del Socialismo Democrático (PDS), que en Sajonia subió más de 10 puntos y logró el 23,4%. En Brandemburgo, los excomunistas --en primera línea de las protestas contra Schröder--, se situaron como la segunda fuerza del land tras los socialdemócratas, al conseguir el 28,1% de los votos (el 5% más que en el 1999).

Pese a la diferencia ideológica, el PDS y los ultraderechistas habían pedido un "voto de castigo" contra el gubernamental SPD y la opositora CDU, con el argumento de que ambos partidos pretenden destruir el Estado del bienestar.

Este voto de protesta supuso un verdadero descalabro electoral para la CDU en Sajonia, donde perdió la mayoría absoluta, y sólo obtuvo el 41% de los votos, un 14% menos que hace cuatro años. A pesar de esto, los conservadores seguirán al frente del Gobierno por su alianza con el Partido Liberal (FDP) que sorprendentemente consiguió entrar en el Parlamento con un ajustado 6%.

La situación dramática para los socialdemócratas de Sajonia se planteó no tanto por su descenso (el 2%), que los sitúa en el 9,8%, sino por haber quedado a escasas décimas de los nazis del NPD, que recibieron el 9,3% de los votos.

ESPERANZA DEL SPD El revés electoral para la CDU quedó de manifiesto también en el estado de Brandemburgo, donde perdió el 6% de sus votos, pero sigue siendo la primera opción para seguir gobernando como socio menor con el SPD, que se adjudicó el 32,1% y conserva su superioridad electoral sobre el resto de partidos. El éxito del SPD en Brandemburgo, donde se pensaba que los socialdemócratas no obtendrían más del 20%, impulsó al secretario general de los socialdemócratas, Franz Müntefering, a afirmar: "Los resultados son alentadores, y permiten creer que se acerca el fin de la mala racha electoral del partido, a pesar de la difícil situación política que se vive en Alemania".

CONSEJO DE MERKEL La presidenta de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Angela Merkel, destacó que su partido debe hacer esfuerzos para plantear con más claridad sus puntos de vista y reconoció que "el voto de castigo" fue más perjudicial para su formación.

La presencia de extremistas en los parlamentos de Sajonia y Brandemburgo no fue comentada en detalle por los grandes partidos, cuyos dirigentes sólo recordaron que cada vez que los partidos ultras lograron entrar en un Parlamento no realizaron trabajo alguno.