El primer proceso del mundo contra crímenes cometidos por el régimen sirio de Bashar al Asad ha acabado con una pena de cárcel de cuatro años y medio. Así lo ha anunciado este miércoles el Audiencia Superior Provincial de Coblenza, en Alemania. El tribunal considera probado que el exagente de los servicios secretos sirios Eyad Alghareib fue cómplice de crímenes de lesa humanidad al participar en el traslado de víctimas de torturas.

La condena de prisión castiga concretamente la complicidad con los delitos de tortura y detención ilegal de, al menos, 30 personas detenidas en 2011 y llevadas a una prisión de Damasco. Justo hace una década comenzaban en el país árabe las protestas antigubernamentales que desembocarían en una guerra civil todavía inacabada.

La condena de este miércoles podría no ser la última que se dicte en Alemania contra los crímenes de lesa humanidad cometidos en Siria. Para abril está previsto que finalice otro proceso contra el ciudadano sirio Anwar Raslan, presunto exdirigente de los servicios secretos de Al Asad, acusado de 58 homicidios y de haber torturado a miles de personas.

Ambos juicios se basan en el principio de la jurisdicción internacional contra delitos de lesa humanidad, asumido por el código penal de la República Federal en 2002. Ello permite que el genocidio, los crímenes de guerra o los de lesa humanidad puedan ser juzgados en tribunales nacionales alemanes también cuando los crímenes fueron cometidos fuera de las fronteras del país.

Identificados por refugiados

Eyad Alghareib y Anwar Raslan fueron detenidos hace dos años en Berlín y en la región de Renania-Palatinado, en el oeste de Alemania. Refugiados sirios que habían sufrido torturas y llegado a Alemania huyendo de la guerra civil en su país pudieron identificar a los dos compatriotas. Con ayuda de organizaciones defensoras de Derechos Humanos los acabaron llevando ante la justicia alemana.

“Eyad A. es sólo la punta de iceberg del vasto aparato de tortura sirio”, ha dicho tras darse a conocer la sentencia Wassim Mukdam, sobreviviente de la represión de Al Asad y uno de los demandantes en el proceso del tribunal de Coblenza. “Este veredicto es importante. Espero que eche luz sobre todo los crímenes del régimen de Al Asad. Será entonces sólo el primer paso de un largo camino hacia la justicia para mi y otros supervivientes”, ha añadido Mukdam en unas declaraciones difundidas por la oenegé Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR), una de las organizaciones que ha apoyado a los sirios demandantes en esta causa.

Esperanza para las víctimas

Como jefe de Estado, el presidente Al Asad cuenta con inmunidad ante procesos como el llevado a cabo en Coblenza. A pesar de ello, la fiscalía alemana ha ido acumulado pruebas contra él en el curso de la investigación contra los dos exagentes sirios detenidos.

Activistas defensores de Derechos Humanos esperan que esas pruebas puedan ser usadas más adelante contra Al Asad si éste deja de ser presidente algún día y pudiese ser llevado ante la Corte Penal Internacional o algún tribunal especial de Naciones Unidas.

El veredicto anunciado este miércoles abre la puerta de la esperanza para cientos de miles de refugiados sirios que viven hoy en Alemania. Muchos de ellos han denunciado torturas en las cárceles de su país. “Ojalá este veredicto motive a otras fiscalías europeas a iniciar procesos similares. El objetivo es seguir llevando ante la justicia a otros miembros del aparato de seguridad de Al Asad”, dice Wolfgang Kaleck, secretario general de la ONG ECCHR.