Alemania ha detenido al principal sospechoso de la violación y asesinato de Viktoria Marinova, la periodista búlgara que el pasado sábado fue hallada muerta en la ciudad de Ruse. Como confirmó la Fiscalía búlgara, el martes la policía alemana arrestó en Stade, cerca de Hamburgo, a Severin Krasimirov, un hombre de 21 años de nacionalidad búlgara y de origen turco.

Todas las pruebas parecen apuntar al detenido. «Durante la investigación se han reunido suficientes evidencias que muestran su conexión con la víctima y la escena del crimen», aseguró ayer el ministro del Interior búlgaro, Mladen Marinov. El Gobierno añadió que se han encontrado muestras del ADN de la periodista en la ropa de Krasimirov y que las pesquisas siguen en marcha. Las autoridades también pusieron en libertad a otro hombre de nacionalidad rumana detenido en Bulgaria.

Tras su detención, las autoridades judiciales búlgaras esperan su extradición. Aseguran que en el momento del asesinato el acusado estaba «extremadamente borracho». Marinova, que falleció a causa de traumatismo en la cabeza, también fue violada «de forma especialmente violenta» durante la mañana o la tarde del sábado y su cuerpo fue abandonado a orillas del Danubio.

La periodista, de 30 años, era también directora administrativa y presentadora del canal de televisión privado regional TVN. Solo tres semanas antes de su asesinato, Marinova presentó un reportaje en el que estaba investigando un asunto de corrupción relacionado con el uso indebido de fondos europeos, una actividad que se sospecha como posible causa del asesinato.

Aunque el titular de Interior insistió en que «aparentemente no hay vínculos del asesinato con su trabajo», el fiscal general del país, Sotir Tsatsarov, aseguró que se siguen investigando «todas las hipótesis». Marinova es la tercera periodista de investigación asesinada en la Unión Europea (UE) en menos de un año, lo que ha disparado alarmas.