Berlín. -- La justicia alemana ha reabierto el caso contra el marroquí Mounir el Motasadeq por su presunta implicación en los atentados del 11-S, con el bloqueo de Estados Unidos al acceso a las declaraciones de testigos claves que están en su poder.Cinco meses después de que el Tribunal Supremo alemán levantase la pena de 15 años de cárcel a Motasadeq precisamente por considerar que no se habían evaluado todas las pruebas posibles, EEUU se ha comprometido a colaborar con la justicia de este país, pero ha insistido en que no permitirá el acceso a testigos.Motasadeq, de 30 años, responde de nuevo de las acusaciones de complicidad en el asesinato de más de 3.000 personas y pertenencia a una organización terrorista.Carta del Ministerio de Justicia de EEUUAl comienzo del nuevo juicio en Hamburgo, el presidente de la sala de la Audiencia Territorial, Ernst-Rainer Schudt, ha leído una carta enviada por el Ministerio de Justicia de EEUU a la fiscalía federal alemana en la que se compromete a colaborar, pero vuelve a rechazar la petición de acceder a las declaraciones de algunos testigos.Se trata especialmente del testimonio de Ramzi Binalshib, el presunto coordinador de los atentados del 11-S, retenido por las autoridades estadounidenses en lugar desconocido, y considerado por la justicia alemana uno de los testigos claves para obtener información sobre el papel desempeñado por Motasadeq en los ataques.El fiscal federal, Kay Nehm, ha pedido repetidamente la declaración de Binalshib, a ser posible por videoconferencia, solicitud que ha sido siempre denegada con el argumento de que EEUU tiene que defender su interés legítimo de mantener en secreto los resultados de sus investigaciones.