A sólo tres días de que comience la convención del Partido Demócrata de EEUU, el FBI advirtió ayer de que un grupo terrorista estadounidense puede atacar la reunión, que tendrá lugar en la ciudad de Boston. Los agentes del FBI investigan una "información no confirmada" sobre un posible atentado contra los vehículos de prensa.

"Hemos recibido información, de momento no confirmada, sobre las intenciones de este grupo que planea dinamitar la convención con explosivos colocados en los automóviles de los medios" de comunicación, informó el FBI en un comunicado divulgado por su oficina de Boston. "Estamos investigándolo y realizaremos las notificaciones oportunas si hubiera alguna información adicional creíble", precisa la circular.

Un portavoz de esta oficina afirmó que el FBI ha informado a la prensa por tratarse de una amenaza directa contra los medios de comunicación. Se calcula que cerca de 15.000 periodistas cubrirán la convención demócrata, que se celebrará entre el lunes y el jueves próximos.

LLAMADAS ANONIMAS Las autoridades estadounidenses han confirmado estos días las amplias medidas de seguridad desplegadas para la convención, la más importante desde los atentados del 11-S, y han alertado sobre posibles ataques. Tanto el FBI como el Departamento de Seguridad Nacional contemplaron la posibilidad de un ataque en EEUU este verano o en otoño.

En la circular enviada a los integrantes del grupo antiterrorista de Boston y a sus agentes en el estado de Massachusetts el jueves, el FBI menciona la amenaza de desobediencia civil y violencia por parte de colectivos nacionales durante la convención. Las autoridades vigilan los puentes, los medios de transporte y el aeropuerto de Logan, a poca distancia del puerto y del centro de Boston, y han informado de la existencia de llamadas anónimas, como la que aseguró que uno de los símbolos de la ciudad sufriría un ataque.

TRAMITE SUSPENDIDO En Londres, entretanto, el proceso de extradición a EEUU del clérigo integrista islamista Abu Hamza quedó suspendido hasta el próximo 19 de octubre. Detenido en mayo y recluido en la cárcel de alta seguridad de Belmarsch, al sureste de la capital, el imán, de 46 años y origen egipcio, está acusado por el Departamento de Justicia de EEUU de conspirar en un secuestro ocurrido en Yemen en el que fallecieron cuatro rehenes.

También se le acusa de dar apoyo logístico a organizaciones terroristas islamistas, como Al Qaeda, y de haber intentado establecer un campo de entrenamiento para islamistas en la localidad de Bly (Oregón, EEUU).

Londres advirtió hace dos meses a EEUU de que no entregaría a Hamza sin garantías de que no será condenado a muerte. Su abogado, Ed Fitzgerald, indicó ayer que su cliente no puede ser juzgado en EEUU, ya que no sería un proceso justo. El Ministerio del Interior intentó desposeerle de la nacionalidad británica, adquirida por vía matrimonial, pero Hamza recurrió la decisión.