El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, ha decretó el lunes la destitución de algunos altos cargos militares, en el marco de una gran remodelación que coloca en puestos de responsabilidad a funcionarios más jóvenes. También nombró a una mujer viceministra, un hecho insólito en un país que profesa un islam extremadamente conservador.

Tanto el jefe del Estado Mayor saudí, general Abdelrahman al Banyan, como el líder de las Fuerzas de Defensa Aérea, Mohamed bin Suhaim, fueron destituidos y reemplazados por Fayat al Ruaili y Mazid al Amru, respectivamente. Asimismo, el teniente general Fahed bin Turi fue designado como cabeza de las Fuerzas Conjuntas, después de ser retirado como líder de las unidades terrrestres.

Por otro lado, también fueron nombrados nuevos alcaldes y viceministros, incluyendo a Tamadur bint Youssef al-Ramah como viceministra de Empleo. Hasta ahora, los cargos gubernamentales en Arabia Saudí han estado siempre reservados a los hombres.

Dentro del palacio, el cambio más significativo fue el nombramiento de Fahed bin Badr bin Abdelaziz como nuevo asesor del monarca, mientras que el reino, a través de un decreto real, también ha anunciado que habrá mejoras administrativas en el Ministerio de Defensa, aunque no se han concretado detalles.

Consolidar el poder

Las autoridades saudís no han dado ninguna explicación sobre los cambios en la cúpula militar, pero han sido interpretados como un intento del príncipe heredero, Mohammad bin Salman, de consolidar su poder. Bin Salman, de 32 años y que, además de príncipe heredero es también ministro de Defensa, ha impulsado una serie de reformas sociales y económicas en los últimos años, que lo han hecho ganar popularidad entre la población más joven.

Los analistas creen que los cambios no tienen nada que ver con la intervención militar que desde hace tres años Riad lleva a cabo en Yemen contra el movimiento Huti, aliado de Irán, el gran rival regional de Arabia Saudí.

Sin embargo, los nombramientos se producen en un momento tenso en la familia real, después de que el pasado noviembre el reino llevara a cabo una inédita campaña de detenciones de decenas de príncipes, políticos y grandes empresarios en el marco de una operación anti corrupción.