En tono desafiante, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, rechazó ayer categóricamente cualquier concesión sobre el derecho de los refugiados palestinos al retorno a sus hogares y reiteró su exigencia de un Estado palestino, un día después de que el presidente norteamericano, George Bush, apoyara en Washington, casi sin fisuras, la política del primer ministro israelí, Ariel Sharon, en los territorios ocupados.

Los resultados de la cumbre entre Bush y Sharon, provocaron la indignación unánime de los máximos dirigentes palestinos y fueron acogidos con estupor por los gobiernos de los estados árabes.

"UN ESTADO SOBERANO" "El pueblo palestino no se rendirá en su lucha por la libertad y en pos de un Estado soberano, con capital en Jerusalén", proclamó el rais palestino. El líder de la ANP dejó bien claro que "los palestinos tienen el derecho de regresar a sus tierras en territorio israelí" y subrayó que "sólo el fin de la ocupación traerá la paz" a la región. Los demás dirigentes palestinos también condenaron la postura de Bush.

El plan de evacuación de Gaza y anexión de algunos territorios cisjordanos "sólo generará más violencia en la zona", señaló Yasir Abed Rabbo, artífice de los acuerdos de Ginebra. "En su afán por apuntalar sus carreras políticas, Sharon y Bush están poniendo en grave peligro no sólo el futuro político de Israel y Palestina, sino el de toda la región", dijo el ex ministro de Información.

El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, que rechazó de plano el resultado de las conversaciones de Washington y amenazó con dimitir, acusó a EEUU de discriminar a los palestinos, en una conversación telefónica con el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, quien ayer intentaba aplacar los ánimos tras la convulsión internacional provocada la noche anterior por Bush.

A petición de Arafat, los países de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) se reunirán de urgencia en mayo para debatir la situación creada, según anunció ayer el Gobierno de Malaisia, que ostenta la presidencia de turno.

NUEVAS AMENAZAS Desde los sectores más radicales de la insurgencia palestina, la Yihad Islámica y Hamás amenazaron con desencadenar una nueva espiral de violencia y advirtieron a Bush y Sharon de que serán los "responsables", según declaró Mohamed Al Hindi, líder de la Yihad en Gaza.

La Unión Europea (UE) se desmarcó ayer del respaldo norteamericano al plan israelí de modificar unilateralmente sus fronteras en los territorios ocupados de Cisjordania. La UE insistió en que "no reconocerá ningún cambio en las fronteras previas a 1967 que no sean fruto de un acuerdo negociado" con la ANP.

La presidencia semestral irlandesa de la UE y el responsable de la política exterior y de seguridad europea, Javier Solana, insistieron en que la negociación entre el Gobierno israelí y la ANP es la única vía para lograr una paz duradera en Oriente Próximo.