El presidente palestino, Yasir Arafat, agoniza en el hospital militar de Percy, en la localidad parisina de Clamart, en un profundo estado de coma nivel cuatro del que los médicos no creen que pueda sobrevivir. Según informaron desde el anonimato fuentes médicas del hospital, el líder palestino sigue con vida pero necesita respiración asistida y no responde a la medicación que le suministran los facultativos. Mientras, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) trata de reorganizarse. El primer ministro, Ahmed Qurei, asumió ayer parte de los poderes de Arafat.

Fue el de ayer un día de nervios y de informaciones contradictorias, hasta el punto de que algunos --como el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, en un error vergonzante-- dieron por muerto a Arafat. A lo largo del día, el líder palestino perdió la conciencia varias veces, fue trasladado de una unidad de cuidados intensivos a una especial de reanimación, y cayó en un estado de coma que llegó a ser calificado de muerte cerebral.

RUMORES ENSORDECEDORES Este último extremo fue desmentido por el médico jordano Ashraf al Kurdi, que forma parte de la delegación palestina en París. De todas formas, los rumores sobre su muerte fueron tan ensordecedores que el jefe del Servicio de Comunicación del Ejército francés, Christian Estripeau, tuvo que afirmar solemnemente: "Yasir Arafat no ha fallecido, aunque su situación es muy compleja".

La representación palestina en París trató durante todo el día, en vano, de quitar hierro a la gravedad del estado de salud de Arafat, pero incluso ellos acabaron admitiendo que la situación del rais --cuya enfermedad los médicos franceses no han diagnosticado o no han querido desvelar-- es crítica. Una de las pocas personas que pudieron ver en persona al paciente fue el presidente francés, Jacques Chirac, que por espacio de 20 minutos departió con la delegación palestina presente en el hospital y expresó sus mejores deseos de recuperación a Arafat.

Si el desarrollo de los acontecimientos en París fue frenético, en Cisjordania le fue a la zaga. El Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el Comité Central de Al Fatah celebraron una reunión de urgencia en la Mukata de Ramala --el cuartel general de Arafat-- para analizar la crisis que, de forma irremediable, parece venírseles encima. Por lo pronto, la OLP traspasó a Qurei los poderes para actuaciones de urgencia en materia de seguridad y de finanzas.

SITUACION CRITICA Hubo más indicios de que la situación es realmente crítica, a pesar de que Qurei y el resto de responsables palestinos se pasaron gran parte de la tarde desmintiendo la muerte de Arafat. Los jefes de todos los servicios de seguridad palestinos --que ayer decretaron la alerta máxima en previsión de disturbios-- también se reunieron en la Mukata, y tanto Qurei como Mahmud Abbas, número dos de la OLP, suspendieron los viajes que tenían previstos para permanecer en Cisjordania. Desde Damasco, portavoces de Hamás y del Frente Popular para la Liberación de Palestina efectuaron sendos llamamientos para que la OLP acceda a crear un liderazgo palestino colectivo.

En cualquier caso, lo que parece claro es que pocos apuestan por una recuperación de Arafat, ni los médicos ni la propia ANP. Según informó ayer la agencia Efe, citando fuentes de la seguridad palestina, la ANP está efectuando gestiones para trasladar en avión a Arafat a los territorios palestinos para que así muera en su tierra, lo que explicaría las contradicciones sobre su salud. Caprichos de la historia, ayer, el día en que Arafat entró en coma en París, se cumplió el noveno aniversario del asesinato del primer ministro israelí Yitzhak Rabin, con quien comparte premio Nobel de la Paz.