"Cuando me dicen que siga el ejemplo sueco, la verdad lo que veo es que Suecia con 10 millones de habitantes hoy cuenta más de 3000 muertos por el virus. De haber seguido ese camino nosotros hoy tendríamos 13.900 muertos", dijo el presidente argentino Alberto Fernández al anunciar la extensión de la cuarentena hasta el 24 de mayo. La mayoría de las provincias comenzarán a flexibilizar las restricciones pero la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, donde vive casi la mitad de la población del país mantendrá, salvo excepciones, los rigores del aislamiento social. La decisión de prolongar en esos distritos las medidas ha estado relacionada con el crecimiento de los casos positivos en las barriadas más pobres donde impera el hacinamiento y el temor a que se expanda el contagio.

Hasta el momento murieron 293 personas y se infectaron 5598. "Las cosas están ocurriendo como lo habíamos planeado; la cantidad de casos se ha logrado ralentizar, y la cantidad de fallecimiento está dentro de lo que podía ocurrir", dijo Fernández, quien resaltó el alto grado de acatamiento de la cuarentena en las grandes ciudades. "Por el comportamiento de todos estamos logrando los objetivos. Estamos hablando del éxito de control, porque no sabemos cómo va a seguir. Hasta ahora lo hemos hecho bien Por cada millón de habitantes, Argentina tiene cinco fallecimientos. Lo muestro para que veamos que tiene mucho sentido lo que hemos hecho".

Fernández respondió a los dirigentes de la oposición de derechas que reclaman una apertura más rápida de la economía. "A todos nosotros la economía nos preocupa. Sabemos de los padecimientos de los que lo están pasando mal. Una vez más reafirmamos que lo que más nos interesa es preservar la vida de nuestra gente", dijo. Recordó a su vez que el covid-19 ha provocado en Estados Unidos 20 millones de parados. "Digo esto para que no mientan más. Me cansa la mentira, cuando mienten, le mienten a la gente".

"No me van a torcer el brazo. Voy a cuidar a la gente antes que nada", dijo el mandatario, acompañado por su ministro de Salud, Ginés González García, el jefe de Gobierno de la capital, Horacio Rodríguez Larreta (oposición), y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.