La Marina argentina reconoció ayer por primera vez que la Escuela de Mecánica de la Armada, un centro de torturas que funcionó durante la última dictadura militar, fue un símbolo de "barbarie e irracionalidad" y aceptó cederlo al Ejecutivo para construir un Museo de la Memoria. "Sabemos hoy, por la acción de la justicia, que aquel lugar fue utilizado para la ejecución de hechos calificados como aberrantes y agraviantes de la dignidad humana, la ética y la ley, para acabar convirtiéndose en un símbolo de barbarie e irracionalidad", dijo el jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy.

Durante un acto por el aniversario de la muerte del almirante Guillermo Brown, Godoy afirmó que el edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que el gobierno del presidente Néstor Kirchner le ordenó a la Marina ceder para construir un museo, ayudará a la reconciliación nacional.

La idea de erigir un museo de la memoria en uno de los principales centros clandestinos de detención que funcionó durante el régimen militar, que gobernó el país entre 1976 y 1983, era un viejo anhelo de los organismos de derechos humanos.

A principios de febrero pasado, Kirchner se comprometió a recuperar para la sociedad el edificio e instalar allí un museo que mantenga vivo el recuerdo de las atrocidades del terrorismo de Estado.