La ciudad china de Liuzhou es famosa por su industria. La fundición siderúrgica y la fabricación de automovilística son sectores claves en esta ciudad atravesada por el río Liu. Como el resto del país, la ciudad también destaca por ser una de las más contaminantes y contaminadas. Pero esto último podría cambiar si se levantan muchas ciudades-bosque como la proyectada por el arquitecto italiano, Stefano Boeri, de 60 años.

El proyecto residencial pensado por el cofundador del estudio Stefano Boeri Architetti, comisionado por el municipio de Liuzhou, que acogerá a 30.000 personas será capaz de “absorber casi 10.000 toneladas de CO2 y 57 toneladas de contaminantes al año y producir aproximadamente 900 toneladas de oxígeno”, según explica en su página web. Esto será posible porque “oficinas, casas, hoteles, hospitales y escuelas estarán cubiertas totalmente de plantas y árboles”, detalla el proyecto, que podría estar acabado en el 2020.

Esta nueva ciudad verde, situada al norte de Liuzhou, estará conectada por una vía rápida para coches eléctricos y contará con numerosos paneles solares en las azoteas para recoger energía renovable. En este sentido, la ciudad-bosque de Liuzhou - la versión gigante del Bosque Vertical de Milán, una creación de Boeri inaugurada en el 2014- es considerada el primer proyecto chino que combina eficiencia energética, biodiversidad y una reducción efectiva del aire contaminado.