Amnistía Internacional ha presentado su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo durante el pasado año poniendo de manifiesto las múltiples violaciones que se han llevado a cabo en casi todos los países del mundo.

“El 2016 fue un año en el que la idea de dignidad e igualdad humanas, el concepto mismo de familia humana, fue objeto de intensa e implacable agresión en forma de discursos de culpa, miedo y búsqueda de chivos expiatorios, propagados por quienes querían tomar el poder o aferrarse a él casi a cualquier precio”, asegura Salil Shetty, secretario general de la oenegé.

LA IMPUNIDAD SIRIA

"Todas las partes del conflicto armado de Siria cometieron con impunidad crímenes de guerra, otras violaciones graves del derecho internacional humanitario y abusos flagrantes contra los derechos humanos", empieza el capítulo dedicado a Siria en el informe de AI. Según este documento, en Siria en el 2016 se cometieron multitud de violaciones contra los derechos humanos con total impunidad llegando a aumentar la cifra de muertos a más de 300.000.

El informe de la oenegé asegura que "las fuerzas del Gobierno sirio y de su aliado ruso perpetraron ataques indiscriminados y ataques directos contra civiles y bienes civiles mediante bombardeos aéreos y de artillería, causando miles de víctimas". Además, el informe añade que "se tuvo constancia de que las fuerzas gubernamentales habían utilizado también agentes químicos y que mantuvieron asedios prolongados que cercaron a la población civil y limitaron su acceso a bienes y servicios esenciales".

Amnistía Internacional señala además que las autoridades sirias "detuvieron arbitrariamente a miles de personas, muchas de las cuales fueron sometidas a juicios injustos, torturas sistemáticas y otros malos".

TORTURA ANTE EL JUEZ

Siguiendo la misma tónica que con el caso sirio, el informe describe la situación de Arabia Saudí con términos similares. "La tortura y otros malos tratos bajo custodia siguen siendo habituales, especialmente durante el interrogatorio", asegura el documento. "Los tribunales continúan admitiendo 'confesiones' presuntamente obtenidas mediante tortura", añade.

La oenegé ha señalado además que muchas de las "confesiones forzadas" han servido para condenar a decenas de personas a pena de muerte "incluso en casos de delitos no violentos y para personas condenadas por presuntos delitos cometidos cuando eran menores de edad".

En un país en el que las autoridades restringen severamente el derecho de libertad de expresión, asociación y reunión, deteniendo y encarcelando a quienes critican el régimen, la situación del colectivo femenino saudí tampoco es muy esperanzadora. El informe asegura que las mujeres "son discriminadas en la ley y en la práctica” y destaca también que muchas de ellas no reciben "protección adecuada contra la violencia sexual ni de muchos otros tipos", obligando a este colectivo a sufrir una constante desprotección y discriminación.