Al menos 39 personas murieron y 134 resultaron heridas ayer en un atentado terrorista perpetrado en hora punta en el metro de Moscú, según datos oficiales. Los servicios especiales rusos atribuyeron la masacre a una kamikaze chechena que llevaba una maleta con hasta cinco kilos de explosivos.

La explosión se produjo a las 8.32 hora local (las 6.32 horas en España), cuando numerosos viajeros se dirigían a su lugar de trabajo. La kamikaze detonó el explosivo en el segundo vagón de un tren que se dirigía desde la estación Avtozovodskaya (sureste de Moscú) hacia el centro. La bomba estalló cuando el convoy estaba a unos 800 metros de la céntrica estación Paveletskaya y circulaba a una velocidad de 40 kilómetros por hora. La inercia hizo avanzar el tren otros 500 metros.

UN FUERTE INCENDIO Fuentes policiales informaron de que la potencia destructiva de la bomba equivalía a entre uno y cinco kilos de trilita. El estallido destruyó el segundo vagón del tren, en el que viajaban unas 50 personas. La onda expansiva también aplastó el tercer vagón y rompió cristales en varios de los vagones del convoy. La explosión causó un fuerte incendio que se propagó por el sistema de ventilación.

La onda expansiva fue tal que un trozo de metal quedó incrustado en la pared de hormigón del túnel. El daño fue multiplicado por el llamado efecto túnel, según los expertos del Servicio Federal de Seguridad (FSB). "En el espacio cerrado, la potencia de la explosión se ha multiplicado, lo que explica el gran número de víctimas. El vagón ha reventado, literalmente", indicó un miembro del equipo de investigadores.

DOS HORAS ATRAPADOS En el momento de la explosión, cerca de 1.500 personas viajaban en el tren. Una vez desconectada la corriente eléctrica de la vía, el maquinista abrió las puertas e instó a los pasajeros a que caminasen hacia atrás, a la estación Avtozovodskaya. Los primeros supervivientes salieron del túnel media hora después del atentado. Los equipos de rescate tardaron dos horas más para evacuar a más de 700 personas que se quedaron atrapadas por el incendio.

Los equipos de rescate y los bomberos que acudieron al lugar de la explosión afrontaron el dramático panorama de trozos humanos esparcidos entre hierros retorcidos y cenizas regadas de sangre. Algunos restos fueron recogidos de los techos de los vagones. La mayoría de las víctimas mortales se produjeron en el momento del estallido. Los equipos de rescate encontraron 25 cadáveres carbonizados y 33 fragmentos de cuerpos cerca del segundo vagón. Más de 120 personas fueron hospitalizadas, 21 de ellas en estado grave. Según los médicos, el número de las víctimas mortales podría aumentar en los próximos días.

La versión policial que cobró peso fue la de un atentado terrorista perpetrado por una de las llamadas viudas bomba chechenas. Con este nombre se conoce a las mujeres chechenas cuyos familiares han fallecido a manos de los militares rusos, y que forman parte de un grupo de kamikazes entrenadas para cometer atentados.

LAS GRABACIONES El viceministro ruso de Interior, Alexandr Chekalin, indicó que, según las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia del andén, la maleta con los explosivos la llevaba una mujer de rasgos caucásicos que iba acompañada de un hombre y otras dos mujeres. Según algunos testigos, el acompañante de la presunta terrorista suicida se acercó a una de las empleadas del metro y le dijo: "¡Van a tener una fiesta hoy!". La policía difundió ayer la orden de captura de las dos mujeres y el hombre. También se busca un automóvil Toyota Corolla de color gris.

El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó el atentado y aseguró que el Kremlin "no negociará con los terroristas". Putin atribuyó el ataque al líder de los separatistas chechenos, Aslan Masjadov. "Desde el exterior nos llegan llamamientos a negociar con Masjadov, pero Rusia no negocia con terroristas, los elimina", indicó el presidente ruso, quien calificó el terrorismo de "peste del siglo XXI". Masjadov se desmarcó ayer del atentado en el metro de Moscú y declaró que el ataque era obra de los servicios especiales rusos.

El Kremlin indicó que el atentado es un intento de influir en las elecciones del próximo 14 de marzo.