Los incendios ya se han reducido en su mayoría a cenizas, pero ahora Australia afronta la dura tarea de la reconstrucción tanto física como emocional.

Como medida excepcional, el Gobierno del primer ministro australiano, Scott Morrison, creó el pasado 6 de enero la Agencia Nacional de Recuperación de Incendios Forestales y destinó un presupuesto inicial de 2.000 millones de dólares australianos ( 1.2018 millones de euros) para la recuperación de diversos sectores afectados por esta catástrofe ambiental.

"Este es un desastre nacional y por lo tanto, la respuesta debe coordinarse a nivel nacional. Los incendios forestales han desgarrado la estructura misma de nuestras comunidades regionales y rurales. Las soluciones para reconstruir, reparar y restablecer deben diseñarse y entregarse con la comunidad en su corazón", declaró en un comunicado Andrew Colvin, coordinador general de esta entidad.

En el mismo sentido, el tesorero general australiano Josh Frydenberg puntualizó que este presupuesto se destinará a "apoyar a las pequeñas empresas, a consejos locales, a una importante iniciativa de salud mental para apoyar a las comunidades que han sido afectadas, a la infraestructura social y económica y, lo que es más importante, a la protección del medio ambiente, en particular para la vida silvestre que ha sido muy afectada".

REPARTO PROGRESIVO

Desde aquella fecha este presupuesto ha sido distribuido progresivamente: unos 100 millones de dólares fueron reservados para apoyar a empresas o negocios relacionados con sectores agrícolas, pesqueros y forestales. Todas aquellas pequeñas o medianas empresas que se demuestren afectadas por los incendios forestales podrán acceder a unos subsidios de 75.000 dólares de manera individual e invertirlos en reconstrucción o alquiler de cercas, equipos agrícolas, bombas de agua, sistemas de riego, redes hortícolas y generadores eléctricos.

En el sector del turismo, se han designado unos 76 millones de dólares para impulsar Australia como un destino de vacaciones y a su sector hotelero: 20 millones se invertirán en campañas locales y 25 millones, en campañas internacionales. "Nuestras empresas y operadores turísticos en las regiones afectadas por incendios lo están pasando difícil en este momento y es vital alentar a los turistas australianos e internacionales a visitar estas comunidades para que puedan prosperar nuevamente", declaró Phillipa Harrison, directora general de la entidad estatal Tourism Australia.

Asimismo, esta entidad desembolsó 76 millones de dólares para servicios especiales de salud mental y apoyo psicológico distribuidos principalmente en 44,3 millones para apoyar a bomberos, reservistas de las fuerzas armadas y miembros de equipos de rescate; 7,4 millones de ayuda para niños y jóvenes afectados por los incendios; 5,7 millones para programas de superación de trastornos y estrés postraumático; y 2,7 millones para centros comunitarios, consignó un informe del Ministerio de Salud.

TRAUMAS DE CINCO AÑOS

"Este es un momento particularmente angustiante. Sabemos que los impactos de los desastres naturales se extienden más allá del final de la emergencia. Los impactos en la salud mental de los incendios forestales del 'Sábado Negro' del 2009 afectaron a algunas personas hasta cinco años después del desastre. Debido a esto, es importante que se apoye de inmediato la salud mental y el bienestar de los australianos, y que se brinden intervenciones continuas a largo plazo", advirtió Christine Morgan, directora de la estatal Comisión Nacional de Salud Mental (NMHC).

Asimismo, la Agencia Nacional de Recuperación de Incendios Forestales destinó 60 millones de dólares para 42 consejos municipales en los estados de Nueva Gales del Sur, Victoria, Australia Meridional y Queensland. Por su parte, unos 50 millones de dólares fueron enfocados para ayudar a todos los animales silvestres, apoyar a organizaciones y programas a favor de la recuperación y la conservación dela vida silvestre en zonas afectadas.

EL EFECTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Sin embargo, lo que el dinero no podrá revertir es el cambio climático. La semana pasada unos días de lluvias ayudaron apagar los incendios. Pero, a la vez, esta lluvia provocó inundaciones alrededor de Brisbane, densas tormentas de arena y eléctricas en Nueva Gales del Sur y precipitaciones en forma de granizo con pedazos de hielo del tamaño de pelotas de golf en Canberra y Melbourne, fenómenos considerados por diversos expertos en medio ambiente como efectos del cambio climático global.

"El clima de Australia se ha calentado más de 1 grado centígrado desde 1910, lo que lleva a un aumento en la frecuencia de los eventos de calor extremo. Ha habido un aumento en la duración de la temporada de incendios en gran parte de Australia desde 1950. El cambio climático causado por el hombre ha resultado en condiciones climáticas más peligrosas para incendios forestales en las últimas décadas en muchas regiones de Australia", citó un informe de la entidad australiana Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO).

"Lo que estamos viendo son los efectos del cambio climático. A veces, se dice que 'Australia es el canario en la mina de carbón' con los efectos del cambio climático que se ven aquí de manera más temprana y severa. Probablemente estemos viendo cómo podría ser el cambio climático para otras partes del mundo en las primeras etapas del proceso Australia en este momento", opinó sobre la relación de los incendios forestales y el cambio climático el ecólogo australiano Chris Dickman, según un comunicado de la Universidad de Sídney.