Lo que el mundo vio con horror lo han confirmado dos autopsias, la oficial y una independiente encargada por la familia de George Floyd: el hombre negro de 46 años murió en un homicidio cuando fue arrestado por la policía el 25 de mayo en Minneápolis. En los dos análisis hay, no obstante, diferencias sobre las causas de la muerte y otras circunstancias que podrían presentar trascendentales divergencias en la búsqueda de justicia, la reclamación que es uno de los motores de las protestas que se viven de costa a costa en Estados Unidos.

Floyd murió asfixiado según los dos expertos contratados por la familia, entre los que está un antiguo forense de Nueva York que realizó también autopsias en los casos de asesinatos a manos de la policía de Eric Garner y Michael Brown, otros dos fatales iconos de la brutalidad policial contra los negros en EEUU. Y le asfixió no solo la rodilla que le clavó en el cuello durante casi nueve minutos Derek Chauvin, el único de los cuatro agentes que participaron en el arresto que desde el viernes está detenido e imputado por homicidio imprudente, sino también la presión en la espalda que le aplicaron otros dos policías.

Para la oficina del forense del condado, en cambio, Floyd experimentó una parada cardiopulmonar cuando era restringido por agente(s) de la ley. Así se lee en el comunicado de prensa que se ha remitido a los medios y que contradice conclusiones preliminares de esa misma oficina que usó la fiscalía al imputar a Chauvin el viernes. Entonces se dijo que el forense no había encontrado ningún indicio físico que apoye un diagnóstico de asfixia traumática ni estrangulación. Y nadie ha dado explicaciones sobre la actualización, que ha llegado solo unas horas después de que los abogados y expertos de la familia Floyd presentaran sus conclusiones.

Entre el análisis oficial y el independiente hay también otras diferencias importantes. La familia de Floyd y sus expertos niegan que el fallecido tuviera problemas médicos subyacentes que causaran o contribuyeran a su muerte. La oficina pública, en cambio, lista enfermedades coronarias e hipertensión en el apartado de otras condiciones significativas, donde también incluye intoxicación de fentanilo y reciente uso de metanfetamina, aunque sin indicar que ninguno de esos factores jugaran un papel en el fatal desenlace.

Lo que la familia quiere, según ha explicado este lunes su principal abogado, Benjamin Crump, es que se eleve el cargo contra Chauvin a homicidio en primer grado y que se impute también a los otros tres policías que participaron en el arresto, tanto los dos que presionaron la espalda y las piernas de Floyd como el que, incluso sin participar físicamente, consideran que fue un escudo azul, un símbolo vivo del código de silencio. Y ese encausamiento es un clamor que se oye también en muchas de las manifestaciones y protestas de todo el país, a las que la familia ha mandado también un mensaje pidiendo que se evite la violencia.

Entendemos la justificada rabia que estamos viendo en las calles de todo el país. Apoyamos el activismo y la energía de la gente que quiere asegurar que logramos un cambio, y esperamos que esos esfuerzos continúen, pero el pillaje y la violencia son absolutamente inaceptables, han dicho a través de su abogado. La forma de honrar a George es lograr justicia. Como país necesitamos tomar un profundo respiro. A George Floyd no se lo permitieron, pero nosotros debemos.