Las autopsias confirmaron que las muertes de nueve personas en la jornada más trágica del conflicto que sufre Bolivia fueron por proyectiles de armas de fuego, mientras que sigue la investigación sobre el origen de los disparos, informó este lunes una fuente oficial.

El fiscal general del Estado de Bolivia, Juan Lanchipa, dio a conocer en un comunicado el resultado de las autopsias practicadas por el Instituto de Investigaciones Forenses en Cochabamba, la ciudad cerca de donde sucedieron los disturbios en los que se registraron los disparos el pasado viernes.

Lanchipa explicó que ocho de los cuerpos presentan orificios de entrada y salida de bala, mientras que en uno quedó el proyectil, que será sometido a un estudio de balística.

"Por las dimensiones y las características de los orificios de entrada y salida, preliminarmente estas corresponderían a armas de fuego largas", detalló en el comunicado.

La labor de valoración de heridos y de autopsia médico legal en la víctimas fatales no se pudo realizar esa noche porque los familiares de las víctimas no permitían esa labor, relató.

Los cuerpos habían sido trasladados a la localidad de Sacaba, una ciudad vecina de Cochabamba, y a través de la Defensoría del Pueblo se intercedió con los familiares para que autorizaran las autopsias el pasado sábado, señaló Lanchipa.

La investigación prosigue con estudios de balística, planimetría y en la escena de los hechos para saber de dónde salieron los disparos, "a pesar de que es una zona de conflictos donde se dificultan las labores", concluyó el comunicado.

Las familias de los fallecidos y heridos esperan justicia y niegan que fueran obligados a participar en una marcha de cocaleros, que derivó en graves disturbios frente a policías y militares.

Represión policial

La marcha en apoyo de Evo Morales intentaba llegar a Cochabamba desde Sacaba cuando se encontró con un fuerte cordón de policías y militares, que emplearon gases lacrimógenos y disparos de armas de fuego.

Los disparos procedían de fuerzas del orden según los manifestantes, mientras que la versión oficial apunta a que algunos pudieron surgir de los propios cocaleros.

Los cocaleros piden que Morales, asilado en México, vuelva a Bolivia y no reconocen a la presidenta interina del país, Jeanine Áñez.

Los graves enfrentamientos del viernes dejaron al menos nueve muertos, más de cien heridos, algunos aún hospitalizados de gravedad, y cerca de doscientos detenidos, según datos oficiales, en la jornada más trágica desde las elecciones del 20 de octubre.

Los muertos desde las pasadas elecciones son al menos 23 y los heridos 715, según la Defensoría de Pueblo.

Al día siguiente de los comicios comenzaron los incidentes entre denuncias de fraude en los resultados que dieron vencedor a Morales para un cuarto mandato consecutivo.

Un informe del pasado 10 de noviembre por parte de la Organización de Estados Americanos advirtió de graves irregularidades en los comicios.

Morales abandonó Bolivia al día siguiente, después de que las Fuerzas Armadas le forzaran a dejar el cargo, y recibió asilo en México.

La renuncia de Morales ha sido calificada como "golpe de Estado" por varios gobiernos y políticos latinoamericanos.