El gobierno del estado mexicano de Nuevo León reanudó la búsqueda de fosas clandestinas en la prisión de Topo Chico, señalada como una de las más violentas y tenebrosas de México hasta que fue cerrada el 1 de octubre pasado.

La búsqueda de fosas clandestinas se reanudó tras las denuncias de familiares de prisioneros, sobre su presunta desaparición en esta prisión, que funcionó durante 76 años en Nuevo León, estado del norte de México, señalaron las autoridades.

EL PODER DE LOS ZETAS

Entre los hechos más sangrientos, destaca que en febrero de 2016, dos bandos del grupo criminal los Zetas se disputaron el control de Topo Chico provocando que se incendiara la cocina, la bodega de víveres y otros puntos del penal, lo que dejó un total de 49 muertos y 34 heridos.

Entonces, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señaló que la sobrepoblación, el hacinamiento, el autogobierno y la falta de personal carcelario, llevó a esta trágica situación, pero también se detectó que en el penal había celdas de lujo equipadas con pantallas e incluso saunas, objetos y sustancias prohibidas.

Se estima que Los Zetas obtenía en la prisión suculentas cantidades de dinero por el cobro de cuotas, venta de droga y otros negocios, según informes oficiales. Las autoridades han centrado la búsqueda en 35 áreas de la cárcel con la participación de ocho equipos que incluyen a miembros de Protección Civil, peritos de la Fiscalía y Fuerzas Federales, así como perros para examinar las zonas del antiguo penal.

MOSTRAR EL HORROR

El Secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Aldo Fasci Zuazua, dijo que no se ha hallado nada pero la búsqueda no tiene fecha límite e indicó que aunque no existan indicios de restos humanos, se trabajará para confirmar o descartar las versiones.

Fasci precisó que la cárcel se abrirá a visitas para mayores de edad, debido al pasado violento de la prisión que en los últimos tres años fue escenario de riñas y amotinamientos de reos para denunciar la complicidad de las autoridades carcelarias con el crimen organizado que controlaba el penal.

"Si queremos que haya visitas. Yo en lo personal creo que sí, hay opiniones encontradas en torno a esto pero el que la gente venga y vea esto, como funcionaba, lo feo que era, creo que es una buena lección para los adultos ya que esto no es para menores de edad", explicó el funcionario. La cárcel de Topo Chico se convertirá en la sede del Archivo Histórico de Nuevo León, siguiendo el destino de la prisión de Lecumberri, en la Ciudad de México, que desde 1976 es el Archivo General de la Nación.