Irak y Siria pondrán de nuevo en marcha sus relaciones diplomáticas tras más de 20 años de ruptura. Así lo acordaron ayer en Damasco el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, y el presidente sirio, Bachar al Asad. Los dos países, manifestó Alaui, "tienen aspiraciones y esperanzas comunes, así como un acuerdo para trabajar juntos en beneficio de ambos".

Alaui no dio una fecha exacta para la reanudación oficial de las relaciones y el intercambio de embajadores, pero sí exhibió el primer fruto de la cooperación: la creación de una comisión mixta encargada de controlar la frontera entre ambos países. Siria ha sido acusada reiteradamente por EEUU de permitir la entrada a Irak de terroristas extranjeros.

CONTRIBUCION RUSA En Moscú, entretanto, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que Rusia está dispuesta a ayudar en la reconstrucción de Irak, pero que no enviará tropas. "Rusia está dispuesta a contribuir a la reconstrucción, pero por otros métodos", afirmó Lavrov tras reunirse con su homólogo iraquí, Hoshyar Zebari, refiriéndose a las relaciones económicas y comerciales, la formación de directivos y la reestructuración de la deuda iraquí en el marco del Club de París.

"Os aseguro que estas contribuciones no serán menos importantes que las del posible envío de tropas", manifestó el ministro.