James Baker tira la toalla. El veterano político estadounidense ha presentado su dimisión como enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental. Baker ofreció su renuncia la semana pasada al secretario general de la ONU, Kofi Annan, ante la situación de bloqueo en que se encuentra el conflicto por la excolonia española.

La renuncia de Baker representa todo un varapalo para el proceso de paz para el Sáhara. El político estadounidense abandona ante la intransigencia de las partes, sobre todo Marruecos, que se niega a aceptar su última propuesta. No obstante, fuentes de la ONU aseguran que la dimisión de Baker se debe a que el presidente de EEUU, George Bush, le ha reclamado para su campaña electoral.

Por el momento, se desconoce si Annan va a aceptar la dimisión de Baker, nombrado para el cargo en marzo de 1997.

TRES SOLUCIONES Baker ha propuesto a las partes tres soluciones. Primero, una autonomía para los saharauis dentro de Marruecos. Después, una división en dos del territorio. Finalmente propuso el Plan Baker 2, que establecía cinco años de autonomía saharaui bajo soberanía marroquí, para después celebrar un referendo de autodeterminación. Esta opción fue apoyada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. No obstante, Marruecos se opuso a su aplicación y la bloqueó.