Justo al cumplirse un mes del traspaso de poderes de la coalición ocupante al nuevo Gobierno interino, Irak vivió ayer la jornada más sangrienta de esta nueva etapa, con un saldo de, al menos, 120 muertos. El peor episodio se produjo en Baquba, a unos 60 kilómetros al noreste de Bagdad, donde un kamikaze hizo estallar un minibús cargado de explosivos junto a una comisaría de policía y causó al menos 68 muertos y más de una cincuentena de heridos.

En el mes transcurrido desde el traspaso de poderes, unos 250 iraquís han muerto y 700 han resultado heridos en ataques de los insurgentes. La mayoría de las víctimas del atentado de ayer en Baquba, en pleno triángulo suní, eran jóvenes que aspiraban a ingresar en la policía y hacían cola a las puertas de la comisaría. Entre los fallecidos se encuentran también los 21 ocupantes de un autobús que pasaba por el lugar. La explosión, de gran magnitud, destruyó varios edificios y los tenderetes de un mercado. Los cadáveres quedaron esparcidos por doquier, muchos de ellos despedazados, en medio de charcos de sangre.

COMBATES CON INSURGENTES En Sueira, a unos 70 kilómetros al sudeste de Bagdad, 35 insurgentes murieron en combates con las fuerzas estadounidenses y ucranianas y otros 40 fueron arrestados. También fallecieron siete miembros de las fuerzas de seguridad iraquís, que participaron en el enfrentamiento.

En Ramadi, uno de los feudos de los insurgentes sunís, varios hombres armados irrumpieron en el domicilio del gobernador de la provincia de Al Anbar, Abdel Karim Berges, y secuestraron a tres de sus hijos, de edades comprendidas entre los 15 y los 30 años. El gobernador no estaba en la vivienda. Tras el secuestro, los asaltantes prendieron fuego a la casa. En la misma provincia de Al Anbar, dos soldados estadounidenses perdieron la vida en un ataque de los rebeldes.

También en Ramadi, una mujer murió y otros siete civiles resultaron heridos al impactar contra su vivienda un proyectil de mortero lanzado contra una base militar de Estados Unidos.

El grupo radical islámico que el pasado lunes secuestró a dos paquistanís anunció anoche a través de la televisión Al Jazira que los había asesinado. El pasado lunes, el autodenominado Ejército Islámico de Irak amenazó con matar a los secuestrados en un vídeo enviado al canal de televisión qatarí, y ayer aseguró, en otro, haber cumplido su amenaza. Sin embargo, ayer la cadena no difundió el vídeo en el que supuestamente aparecen asesinados Raja Azad, ingeniero de 49 años, y el chófer Sajad Naim, de 29.

Mientras, una web islamista difundió ayer la foto de lo que supuestamente era la cabeza cortada de uno de los dos rehenes búlgaros decapitados.