El remolcador Asso 28, que por cuenta de la petrolera italiana Eni vigila los terminales situados en Libia, rescató el lunes a 108 inmigrantes, que devolvió al país norteafricano, lo que está prohibido por el derecho internacional, levantando una polvareda política en Roma. La ONU recordó que Libia no es un «puerto seguro» -no ha firmado las convenciones de Ginebra que regulan los derechos de los refugiados- y ha abierto una investigación para ver si se ha cometido una «violación del derecho internacional». Es la primera vez que una nave no libia devuelve en caliente a inmigrantes.

Varias oenegés aseguraron que la embarcación italiana rescató a los inmigrantes el lunes y los trasladó a las costas de Libia, desde donde habían partido. El derecho internacional dice que no se puede devolver a personas localizadas en aguas internacionales a lugares donde sus vidas puedan estar en riesgo.