La batalla por el control del nuevo Congreso, que también se dirimirá en las elecciones de hoy en EEUU, se presenta favorable a los republicanos, el partido del presidente George Bush, que actualmente controla las dos Cámaras legislativas. "Estamos en muy buena forma para mantener la mayoría y somos cautamente optimistas en cuanto a reforzarla", señaló Dan Allen, portavoz del Comité Nacional Republicano del Senado, en vísperas de los comicios.

Allen aludía al mantenimiento o incremento de los 51 escaños republicanos en la Cámara alta del Congreso, donde los demócratas sólo disponen de 48 y el independiente Jim Jeffords, de Vermont, de uno. Un tercio del Senado se renueva cada seis años, con lo que hoy son 34 los escaños en disputa, de los cuales solamente 9 pueden suponer una alteración del actual equilibrio, según reconocen los estrategas de ambos partidos. Se trata de los de Dakota del Sur, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Luisiana, Florida, Alaska, Kentucky, Oklahoma y Colorado.

Los demócratas necesitan mantener sus 48 escaños y ganar uno o dos más para alcanzar la mayoría. Pero tienen la desventaja de estar batiéndose a la defensiva en cinco estados donde sus senadores compiten por la reelección: Dakota del Sur, las dos Carolinas, Florida y Luisiana. En el estado de Illinois, en cambio, el candidato Barack Obama, estrella en alza de los demócratas, va camino de convertirse en el único senador negro de esta exclusiva Cámara.

DIFICULTADES PARA KERRY La situación en la Cámara de Representantes, cuyos 435 escaños se renuevan cada dos años, tampoco se presenta favorable para los demócratas, que están en minoría con 205 escaños, frente a los 227 de los republicanos. Dos escaños más están vacantes y uno lo ocupa un independiente, que vota con los demócratas.

Así, la formación de John Kerry necesita mantener sus escaños y sumar otros 13 para hacerse con el control de esta Cámara, alcanzando la mayoría, 218 escaños. Pero chocan con dificultades. Una de ellas es la ventaja natural de quien ocupa el escaño y busca la reelección (algo que favorece a los republicanos, con mayoría). Otra, la redistribución de los distritos electorales de Tejas, que da ventaja a los republicanos.

Aun así, los demócratas no perdían ayer la esperanza de que hoy haya una sorpresa que altere el Congreso, contando con la gran afluencia de votantes que se esperan y que podrían beneficiar a Kerry.