Bélgica aprobó ayer la nueva ley que concede el derecho de voto en las elecciones municipales a los inmigrantes extranjeros que no son miembros de la Unión Europea. La legislación se aplicará por primera vez en los comicios municipales del 2006. La nueva normativa establece como condición residir legalmente en el país durante un periodo mínimo de cinco años y firmar una declaración de adhesión a los principios de la democracia. Los extranjeros, sin embargo, no podrán ser candidatos.

La ley superó su último trámite parlamentario con una mayoría de 80 votos a favor, 58 en contra y tres abstenciones. La coalición gubernamental votó dividida. Mientras los socialistas y los liberales francófonos votaron a favor, los liberales flamencos del primer ministro, Guy Verhofstadt, votaron en contra. La norma pudo ser aprobada gracias al de la oposición ecologista y de los democristianos francófonos.