El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el líder libio, Muamar Gadafi, dieron ayer el primer paso hacia la instalación en Libia de campos de acogida para los inmigrantes indocumentados que suben hasta el Magreb desde el Africa subsahariana y cruzan después el Mediterráneo. Los mandatarios discutieron ese tema en la cena informal que compartieron en una jaima cerca de Trípoli.

El proyecto, promovido a mitad de este mes por los ministros de Interior de Alemania e Italia, será probablemente presentado a los representantes de los 25 países de la Unión Europea a comienzos de octubre en Florencia.

Según el ministro de Interior alemán, Otto Schilly, los campos serían como "ventanas europeas" en suelo africano para dirimir peticiones de asilo, entradas legales y repatriaciones. Pero la oposición progresista y Caritas denuncian que los campos serán "de concentración" y que los problemas se trasladarán a los países de acogida. Para aceptar el proyecto, Gadafi pide a la UE "una política global europea para Africa".