El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, siguió haciendo campaña ayer tras votar en la primera de las dos jornadas dedicadas a las europeas, en medio de las protestas de la oposición, que le acusó de violar "gravemente" la ley. "No votéis a los pequeños partidos que sólo pueden llevar pocos diputados a Bruselas", afirmó Berlusconi, antes de descalificar a los abstencionistas, arremeter contra la izquierda y mostrarse convencido de que su partido tendrá muy buenos resultados.

El secretario general de los Demócratas de Izquierda, Piero Fassino, pidió la intervención del ministro de Interior, dado que "el silencio debe respetarse escrupulosamente". El dirigente comunista Fausto Bertinotti también acusó al primer ministro de faltar al respeto a las instituciones. Las elecciones europeas son una prueba de fuego para Berlusconi, que se mide con los progresistas de Romano Prodi, que no figura en la lista por ser presidente de la Comisión Europea.