El primer ministro británico, Tony Blair, advirtió ayer de que sería "un peligro mortal" infravalorar las amenazas del nuevo terrorismo global y defendió los ataques preventivos. En un beligerante discurso, el premier británico volvió a justificar su decisión de participar en la guerra de Irak y llegó a preguntarse si la comunidad internacional debe cambiar las leyes sobre la intervención armada en otros países.El 11 de septiembre fue "una revelación" para Blair sobre las intenciones de los "fanáticos" que, como Al Qaeda, alientan un "nuevo tipo de guerra". Su gran temor, dijo, es que lleguen a tener armas de destrucción masiva.Además, en una entrevista al diario británico The Independent

, el exjefe de los inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, declaró que "la guerra de Irak fue ilegal".