El primer ministro británico prometió dimitir antes de las próximas elecciones generales a favor del titular de Finanzas, Gordon Brown, a cambio de que éste le apoyara a instaurar el euro en el Reino Unido. Así lo asegura en su libro de memorias la exministra laborista disidente Clare Short, que dejó el Gobierno como protesta por la invasión de Irak.

Short, una aliada de Brown, asegura en el libro --titulado ¿Honorable engaño? y que documenta las tensas relaciones entre ambos pesos pesados del Gobierno laborista-- que Blair requirió en dos ocasiones sus servicios como intermediaria para negociar el pacto. La oferta, afirma, fue finalmente rechazada ya que el titular de Finanzas no quiso anteponer sus intereses personales a los intereses económicos del Reino Unido.

La exministra criticó duramente el que Blair hubiese tratado de abusar de la ambición de Brown (de sucederle como jefe de Gobierno) para lograr un objetivo de tanta trascendencia para el Reino Unido como el ingreso en la zona del euro. "Lo intentamos todo en relación con el euro, pero Gordon Brown simplemente no estaba por la labor", dijeron al diario The Independent fuentes próximas al premier .

OTRO MANDATO Blair, revela también Short, le aseguró en febrero del 2002 que no quería permanecer en el cargo durante un tercer mandato, aunque después debió cambiar de idea. De hecho, el primer ministro anunció el pasado septiembre su intención de seguir varios años más.

La crítica laborista explica que Brown le confesó que "estaba harto de combatir las malas propuestas" del primer ministro. Entre esas, cita la de privar a los padres de menores delincuentes de ayudas familiares, que Brown impidió que prosperara, o la de la autofinanciación de los hospitales y el aumento de las matrículas universitarias. Brown contó a su excolega su temor de que Blair podría intentar quitarle la cartera del Tesoro tras la guerra de Irak.