Ningún político convoca una consulta popular que pueda perder. Ningún político, excepto el laborista Tony Blair. Por si tuviera pocos problemas con el conflicto de Irak, el primer ministro británico planea convocar un referendo sobre la Constitución europea, documento al que la mayoría de los británicos muestra su oposición.

La victoria de los socialistas en España y la llegada de un nuevo Gobierno favorable a la Carta Magna han provocado cambios en la agenda de Blair, que hoy hará una declaración en la Cámara de los Comunes sobre el plebiscito. Los dirigentes del Partido Popular español habían bloqueado la aprobación de la Constitución y en Downing Street daban por archivado el debate hasta después de las elecciones generales británicas del año que viene.

EFECTO DE LA VICTORIA DEL PSOE El triunfo de José Luis Rodríguez Zapatero hace ahora posible que la Carta Magna quede aprobada a finales de junio. Ante esta nueva realidad, acosado por la oposición conservadora y la prensa popular, mayoritariamente antieuropea, Blair ha tenido que claudicar y dar un paso que durante años había rechazado repetida y categóricamente. El ejemplo puede sentar precedente y forzar a otros mandatarios, como el presidente francés Jacques Chirac, a adoptar, muy en contra, una medida similar.

El referendo no debería celebrarse hasta después de las elecciones generales, en mayo o junio del 2005, aunque los conservadores, deseosos de convertir la consulta en un voto de castigo para el primer ministro, piden que se realice este mismo otoño. "No tiene sentido que el Parlamento pase meses debatiendo algo, sobre lo que la gente va a decir no o ", afirmó ayer Michael Howard, el jefe de la oposición conservadora que, triunfal, calificó la convocatoria como "una victoria para los británicos".

Los liberal-demócratas creen, sin embargo, que es necesaria una campaña más larga. Tampoco se conoce la pregunta a la que habrá de responder el electorado, aunque seguramente se optará por una fórmula muy concisa, que no ponga en tela de juicio la relación entre Europa y el Reino Unido.

SOLO UN 16% DE APOYOS Los sondeos sugieren que los electores, siempre recelosos del poder de Bruselas, se inclinarán mayoritariamente por un no . La encuesta publicada ayer por el diario The Sun indicaba que el 53% de los 2.462 consultados se oponen a la Constitución y sólo el 16% la apoya. Después de haber prometido colocar al Reino Unido en el corazón de Europa, unos resultados así obligarían a la renuncia inmediata de Blair. Incluso después de haber logrado un histórico tercer mandato para los laboristas, si es que lo consigue, el primer ministro no podría mantenerse en Downing Street.