La esperanzas que generó el anuncio de tregua hecho público hace dos semanas por el Gobierno de Nigeria se han desvanecido. Los terroristas de Boko Haram no solo no han liberado a ninguna de las 200 escolares secuestradas el pasado abril en Chibok, si no que no dejan de raptar a más mujeres. El último secuestro se produjo el pasado jueves cuando los yihadistas asaltaron la aldea de Mafa, en el estado de Borno.

Tras entrar en el poblado y matar a al menos 17 personas, los yihadistas secuestraron a 30 niñas y adolescentes, A principios de semana, en otro ataque en el estado de Adawama fueron secuestradas otras 40 chicas. En total, ese grupo ha secuestrado a cerca de 500 mujeres.

Este lunes, la oenegé Human Rights Watch ha denunciado en un informe que los yihadistas de Boko Haram están utilizando a esas chicas secuestradas como carne de cañón, colocándolas en primera línea de combate. Así, el informe recoge el testimonio de una joven que pasó tres meses secuestrada y que asegura: "Me hacían llevar las municiones y estar con el material tirada en el suelo mientras ellos combatían. Venían a donde estaba yo a aprovisionarse".

Ejecutar a prisioneros

La joven explica como incluso les obligaban a ejecutar ellas mismas, degollándolos, a los prisioneros capturados. "Yo temblaba. Estaba horrorizada. La esposa del jefe del campamento me quitó el cuchillo y lo mató ella misma", rucuerda.

La oenegé asegura que algunos atentados suicidas realizados por Boko Haram han sido cometidos por mujeres y está investigando si esas jóvenes eran rehenes.