El partido entre Argentina y Holanda acabó trágicamente en Jan Yunis, una población situada al sur de la ciudad de Gaza, donde se había congregado un grupo de palestinos para disfrutar de la segunda semifinal del Mundial. Nueve de los asistentes perdieron la vida y 30 resultaron heridos en el transcurso del encuentro, cuando la aviación israelí bombardeó el local sin previo aviso. En la noche del jueves al viernes, la aviación israelí realizó 250 ataques, alcanzando el número de muertos la cifra de 98.

Aunque los portavoces del Ministerio de Defensa israelí informan diariamente de los ataques contra "objetivos terroristas", la lista de muertos, con sus nombres, apellidos y edades, que a diario publican los periódicos palestinos, muestran que la mayoría de los 86 muertos y los más de 600 heridos de los últimos tres días son civiles.

Médicos de los hospitales de Gaza estiman que entre el 80% y el 85% de los fallecidos son civiles, porcentaje que es más elevado cuando se refiere a los heridos. Y estos datos no son característicos del conflicto en curso sino que obedecen aparentemente a un patrón de comportamiento que se repite cada pocos años.

Según el cómputo que lleva el Ministerio de Sanidad de Gaza, en la tarde del jueves, cuando la cifra de muertos era de 77 (más tarde llegó a 86), el número de menores fallecidos era de como mínimo de 20, lo que significa que por lo menos el 26% de las víctimas mortales de los bombardeos son niños.

Un hecho aislado

La muerte de niños no constituye un hecho aislado que pueda obedecer a un error aislado de los pilotos, sino que se repite por todas partes: en Beit Hanun, el campo de refugiados de Yabaliya, Beit Lahiya, Rafaa, Jan Yunis y las localidades centrales de la franja.

Si nos remontamos a la operación Plomo Fundido de fines del 2008 y principios del 2009, se observa que una buena parte de las bajas palestinas, que ascendieron a más de 1.400, eran civiles. En el otro bando, y para constatar lo desproporcionado de la contienda, fallecieron 13 israelís, de los que cuatro murieron por fuego amigo.

De los palestinos muertos en la operación Plomo Fundido, 318 eran menores según la organización israelí BTselem, y más de un centenar eran mujeres, lo que sugiere que el número de niños y mujeres muertos no obedece a una equivocación esporádica del piloto sino que probablemente forma parte de una estrategia destinada a desmoralizar al conjunto de la población de Gaza.

Las explosiones gigantescas que revelan un uso desmesurado de dinamita no suelen afectar solo a los edificios sobre los que se descargan las bombas, sino también a los contiguos, y aunque el Ejército a menudo "avisa" a las familias por teléfono, estas advertencias no siempre son obedecidas o entendidas por las familias o por sus vecinos.

En 36 horas los cazas han destruido más de 40 viviendas pertenecientes a milicianos de Hamás y de otras organizaciones, aunque los milicianos en cuestión no estaban en sus casas. Israel dice que estos bombardeos tienen un gran poder disuasorio sobre los "terroristas" aunque otros expertos dudan de que sea así.

Por otro lado, la lluvia de cohetes sobre Israel se intensificó el jueves, registrándose más de 150 lanzamientos, unos 40 más que el miércoles. En la ciudad de Bersabé, cayeron 25 del tipo Grad en apenas cinco minutos, poco antes de anochecer. En Jerusalén volvieron a sonar las alarmas. Dos cayeron en el área de la ciudad santa sin causar daños personales y otros dos fueron interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro.

En la zona de Eshkol próxima a Gaza se consignaron tres heridos, uno en estado grave, que son las primeras víctimas israelís del conflicto. Los cohetes cayeron por primera vez en el mar Muerto, con lo que las milicias dieron un paso inédito hasta ahora y mostraron que prácticamente pueden disparar contra cualquier zona de Israel.

El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, dijo el jueves que no prevé un alto el fuego con Hamás en estos momentos, lo que suscitó conjeturas acerca de una inminente invasión terrestre de Gaza en los próximos días. Fuentes militares indicaron que los soldados desplegados en el sur ya están preparados para avanzar y que también han recibido instrucciones sobre cómo comportarse en el caso de que Netanyahu dé la orden definitiva.