El líder de la Liga Norte de Italia, Umberto Bossi, ha dimitido como ministro para las Reformas y miembro de la Cámara de Diputados italiana para asumir el acta de eurodiputado que ganó recientemente, han informado fuentes de su partido. La dimisión de Bossi, que desde hace meses se encuentra alejado de la vida política debido a una grave dolencia, plantea un nuevo problema al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que no acaba de cerrar la crisis abierta en su coalición de gobierno. El propio Berlusconi viajó el sábado a la ciudad italiana de Lugano, donde Bossi está hospitalizado, para tratar de convencerle de que no cesara como ministro, a fin de evitar nuevas polémicas como las que en las últimas semanas han desgastado a la alianza gubernamental. Los principales dirigentes de la exsecesionista Liga Norte se desplazaron ayer a Lugano, antes de la reunión hoy en Milán del consejo federal del partido, con la intención de lanzar un enésimo ultimátum para seguir en el Ejecutivo. La última amenaza de la Liga, arropada con la dimisión de Bossi para mayor efecto, tiene que ver con las reticencias en forma de enmiendas planteadas por los democristianos de la UDC a su actual bandera política, la reforma federal. Esa protesta la hacen también extensiva al reciente cese del ministro de Economía y Finanzas Giulio Tremonti --el gran aliado de Bossi en el Gobierno--, a petición del vicepresidente y líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini.