El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, ha sido reelegido en el cargo al ganar las elecciones con un 57% de los votos, según el recuento de las autoridades electorales, que va a ser impugnado por el principal candidato opositor. Rechazo los resultados de la farsa electoral del 23 de febrero del 2019 y los llevaré a los tribunales, ha dicho el rival de Buhari, el empresario y exvicepresidente del país Atiku Abubakar.

Las elecciones debieron haberse celebrado el 16 de febrero, pero fueron aplazadas una semana por problemas logísticos. Cerca de 50 personas murieron durante las votaciones en incidentes violentos de naturaleza política. El saldo de muertos se eleva a 260 personas desde que comenzó la campaña electoral en octubre de 2018.

Los resultados oficiales dan a Buhari más de 15 millones de votos. Abubakar, por su parte, habría obtenido más de 11 millones. Solo un 35% de los 80 millones de nigerianos llamados a las urnas salieron a votar en las elecciones generales del país más poblado de África.

ACUSACIONES

Abubakar acusó al aparato del Estado de hacer desaparecer votos a su favor en sus feudos y consideró estadísticamente imposible que estados del país que viven conflictos violentos -como en las zonas del noreste en que actúa Boko Haram- tuvieran porcentajes de participación más elevados que otras regiones más estables.

El candidato perdedor ha criticado asimismo la militarización del proceso, al asegurar que las tropas desplegadas para garantizar la seguridad de los votantes intimidaron con las armas a los votantes. Según Abubakar, lo ocurrido significa volver a la época de las dictaduras militares.

La nueva administración intensificará sus esfuerzos en materia de seguridad, en la reestructuración de la economía y en la lucha contra la corrupción, afirmó en su discurso de celebración Buhari, de 76 años, que se felicitó por esta oportunidad para acabar el trabajo que empezó al ser elegido hace cuatro años.