El presidente George Bush anunció ayer el mayor repliegue de tropas estadounidenses desde la guerra fría para contar "con un Ejército más ágil y flexible" y hacer frente a las nuevas amenazas del terrorismo internacional. Entre 60.000 y 70.000 soldados destacados en Europa y Asia volverán durante la próxima década a Estados Unidos, un plan que incluye también a unos 100.000 familiares y personal civil. "Nuestro mundo ha cambiado significativamente y nuestra postura debe cambiar también", dijo Bush durante un mitin ante veteranos de guerra celebrado en Cincinnati, señalando que es absurdo mantener una estructura militar diseñada en los años de la guerra fría, cuando la Unión Soviética era el principal enemigo.

"Ahora, el terrorismo es la gran amenaza", afirmó el presidente estadounidense. Y añadió que este nuevo plan ayudará a EEUU "a combatir las guerras del siglo XXI y fortalecerá nuestras alianzas en el mundo mientras construimos otras nuevas para proteger la paz". Sin ofrecer más detalles y con una audiencia que aplaudió el anuncio, Bush destacó que esta iniciativa ahorrará dinero a los contribuyentes y "reducirá la presión sobre nuestros soldados y sus familias", en un claro mensaje dirigido al electorado que irá a las urnas el 2 de noviembre.

CRITICAS DEMOCRATAS La noticia fue criticada desde el Partido Demócrata, y no sólo por ser electoralista. "Debilita nuestra seguridad nacional", afirmó el excandidato presidencial y excomandante en jefe de la OTAN, Wesley Clark.

Por su parte, Richard Holbrooke, exembajador ante la ONU durante la administración de Bill Clinton y actual asesor de John Kerry, negó que el repliegue de tropas suponga un ahorro para los estadounidenses. "Es otro ejemplo del unilateralismo de Bush", señaló el diplomático, que vaticinó tensas relaciones con Alemania y Corea del Sur, dos de los países más afectados por esta nueva estrategia, según diversos medios.

Hace dos meses, un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur filtró que Estados Unidos les había comunicado la retirada de una tercera parte de los 37.000 soldados que tiene en el país para finales del próximo año. También se da por seguro, a pesar de que Bush no ofreció ningún dato concreto, la recolocación de la mayoría de los 70.000 soldados destacados en Alemania, que podrían ser enviados a sus bases en Turquía, más cercanas a Oriente Próximo.