El presidente de EEUU, George Bush, tenía previsto protagonizar anoche (madrugada en España) el primer gran acto electoral de su campaña para la reelección de noviembre, presentando las bases de su programa durante el tradicional discurso sobre el estado de la Unión. Aunque planeaba solicitar respaldo en la continua lucha contra el terrorismo, el presidente republicano pensaba concentrarse esta vez en asuntos nacionales, como la mejora de la economía y la sanidad, su talón de Aquiles, según todas las encuestas.

La fecha de este importante discurso se programó intencionadamente un día después de los caucuses de Iowa, donde el lunes empezó la disputada carrera de los aspirantes a la candidatura demócrata a la Casa Blanca. Los asesores de Bush se proponían así distraer la atención de los votantes de los repetidos ataques contra el presidente, para concentrarla en el mensaje de Bush ante el Congreso, televisado en directo a toda la nación a las nueve de la noche, la hora de mayor audiencia.

COMPARACIONES Ese mensaje ha cambiado de prioridades este año, en vista de que la población suspende al presidente en temas nacionales, según mostró ayer un sondeo del The Washington Post y la televisión ABC. Seis de cada 10 consultados consideran que los demócratas serían más eficaces en cuestiones nacionales como la economía, el seguro médico, la inmigración, los déficits presupuestarios y los impuestos.

En consecuencia, aunque la primera parte del largo discurso --suele pasar de una hora-- iba a concentrarse en la guerra al terrorismo, la segunda y más decisiva debía resaltar que los temas nacionales son la prioridad para Bush en el presente año electoral, según afirmaron sus asesores. "Continuaremos haciendo frente a los desafíos de nuestro tiempo, haciendo Estados Unidos más seguro, más próspero y más lleno de esperanza", adelantó el propio presidente el pasado sábado.

PROLOGO DEMOCRATA Los ataques de los demócratas contra Bush se prodigaron antes incluso del discurso. "El presidente usó el del año pasado para hacer campaña en pro de la guerra, presentando graves acusaciones sobre la inminente amenaza de las armas de destrucción masiva de Irak, las ambiciones de Sadam de proveerse de material nuclear y sus vínculos con Al Qaeda", subrayó Frank Lautenberg. El senador demócrata arremetió contra el presidente al expresar su esperanza de que "Bush compruebe tres veces sus datos en el discurso de este año, porque el del año pasado estaba lleno de equivocaciones y mentiras".

Aunque el presidente sigue gozando de un cómodo apoyo a su gestión general --un 58%, según la encuesta de The Washington Post -- y son mayoría quienes respaldan su lucha contra el terrorismo y la guerra en Irak, hay ya un 40% de ciudadanos interesados prioritariamente en temas nacionales, frente al 15% que se decanta por la lucha antiterrorista.

Este importante dato, sumado al 30% de estadounidenses que rechazan la política de Bush, proporciona a los aspirantes demócratas nueva metralla, a la que pueden añadir los 2,3 millones de puestos de trabajo perdidos durante su gestión, uno de sus puntos más vulnerables. Por eso, Bush iba a proponer anoche dedicar unos 120 millones de dólares a cursos de capacitación profesional.