En un giro radical y polémico en la política mantenida públicamente durante los tres últimos años, la Administración de George Bush ha indicado que aprueba la expansión de asentamientos de Israel en los territorios ocupados de Cisjordania, algo que antes consideraba "violaciones" de la Hoja de ruta . La nueva posición, confirmada a The New York Times por fuentes gubernamentales en Washington, es una muestra de apoyo de Bush a Ariel Sharon en un momento complicado para el primer ministro israelí, y se interpreta como un movimiento del presidente estadounidense para asegurarse el apoyo de los judíos conservadores en las elecciones del 2 de noviembre.

Aunque aún no lo ha declarado públicamente, Washington apoya ahora la construcción de nuevas viviendas en áreas donde ya existen asentamientos. Pese a que EEUU condicionaría ese apoyo a que la expansión no se extienda a zonas no desarrolladas de Cisjordania, el mero hecho de permitir el crecimiento contradice la Hoja de ruta .

El plan adoptado por EEUU, Rusia, la UE y las Naciones Unidas, que prevé la creación de dos estados independientes, hasta ahora ha guiado la política de Washington y en él se llama a la congelación de "toda la actividad de asentamientos".

CONSECUENTE El jueves, la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, reiteró que "la expansión de asentamientos no es consecuente con la interpretación estadounidense de la Hoja de ruta ". Sin embargo, Rice también explicó que Washington "ha pedido al Gobierno israelí que informe de lo que está haciendo". Esas palabras se relacionan con el viaje que un equipo de técnicos, encabezados por un alto mando de la oficina de espionaje del departamento de Estado, realizará a Israel en el mes de septiembre.

En ese viaje los técnicos examinarán las fronteras de los asentamientos y su legalidad. Según Israel, éstos se encuentran en áreas que serían reconocidas como parte del Estado en cualquier acuerdo de paz con los palestinos. Los críticos dicen que son ilegales, pues violan el papel de Israel como ocupante.

El giro en la política promete crear problemas para Washington, especialmente con los otros miembros del Cuarteto, que se reunirán con el secretario de Estado, Colin Powell, el mes que viene durante la Asamblea General de la ONU.