El presidente de EEUU, George Bush, y las fuerzas ocupantes de Irak han declarado la guerra al joven clérigo radical shií, Moktada al Sadr, tras los graves enfrentamientos armados del domingo frente al cuartel de la Brigada Plus Ultra en Nayaf, que acabaron con 22 muertos. La ofensiva norteamericana coincidió con la extensión de las protestas y del control de los shiís a varias ciudades de Irak.

El dirigente declaró su intención de no dejarse "derribar" por "bandidos y terroristas", en su discurso de ayer en Carolina del Norte. Mientras la protesta shií se extendía, Dan Senor, portavoz de la coalición ocupante, recordó que existe una orden de arresto contra Sadr por su vinculación con el asesinato de Abdel Majid al Joi, un clérigo shií rival, y anunció su intención de ejecutarla.

Nada más comenzar el día, el administrador norteamericano, Paul Bremer, proclamó que Sadr se encontraba ya "fuera de la ley". Lejos de amedrantarse, el clérigo mantuvo el tono desafiante de días precedentes. Moktada está "orgulloso" de haber sido declarado "fuera de la ley", dijo el jeque Qais al Jazali, uno de sus principales colaboradores. Jazali dio a entender que Sadr no tiene intención, por el momento, de pasar a la clandestinidad: "Pasa su tiempo leyendo el Corán", en la mezquita de Kufa, a pocos kilómetros de Nayaf, lugar desde donde lanza incendiarios sermones durante la plegaria semanal del viernes.

TONO DESAFIANTE Los radicales shiís creen que las tropas de EEUU no se atreverán a arrestar al clérigo, teniendo en cuenta los disturbios ocasionados tras el arresto de su número dos. "Estoy seguro de que los americanos no detendrán a Moktada, porque no son tan estúpidos", concluyó Jazali.

Centenares de partidarios de Sadr desfilaron ayer por la mezquita, dispuestos a intervenir para defender a su líder. "No permitiremos su captura; nos convertiremos en escudos humanos para protegerle", dijo Hazim al Araji, un miembro de su oficina en Bagdad. Decenas de soldados de EEUU pudieron verse anoche en Kufa, según Al Jazira.

"NO NOS DEJAREMOS VENCER" Desde Washington, el presidente norteamericano, George Bush, y su entorno no ocultaron su intención de aplastar la revuelta shií. "No nos vamos a dejar vencer por bandidos y terroristas", dijo ayer Bush.

Calificando a los revoltosos de "asesinos que no tienen valores", el presidente norteamericano proclamó su intención de lograr lo que denominó "un Irak libre" y una gran victoria "en la guerra contra el terrorismo". Presionado por la necesidad de poner fin de forma oficial al estado de ocupación antes de las próximas elecciones presidenciales en EEUU, Bush insistió en que se mantiene la fecha del 30 de junio para transferir la soberanía a un Gobierno iraquí provisional.

PARADERO DE YAKUBI "Nuestra intención es asegurarnos de que la fecha (para la transferencia de poderes) se mantenga", dijo el presidente norteamericano. La coalición ocupante ha necesitado dos días para confirmar de forma oficial el paradero de Mustafá al Yakubi, mano derecha de Moktada al Sadr, cuya detención, atribuida a las tropas españolas, culminó el pasado domingo en un grave enfrentamiento armado en el que murieron veinte civiles iraquís y dos soldados.

"Yakubi se encuentra custodiado por la policía iraquí y ha sido formalmente acusado de complicidad en un asesinato", dijo el asesor británico del Ministerio del Interior iraquí, Douglas Brand.