El presidente de Estados Unidos, George Bush, aseguró ayer que los insurgentes y terroristas que acosan a las tropas estadounidenses en Irak se sintieron "envalentonados" por la retirada de las tropas españolas que el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ordenó tras su victoria en las elecciones de marzo.

"Sé que se sintieron envalentonados cuando España se retiró de Irak como resultado de los ataques previos a las elecciones", afirmó Bush en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, celebrada en la Casa Blanca.

LAS RAZONES DE LA MONCLOA La dura crítica de Bush a la decisión del presidente español se produjo dos días después de que Zapatero explicara, ante la Asamblea General de la ONU, la retirada de las tropas, basada en el rechazo a la guerra de Irak por parte de la "abrumadora mayoría del pueblo español".

"No nos convencieron las razones que esgrimían quienes la promovieron", dijo el presidente refiriéndose a Bush, en un discurso que logró los mayores aplausos de los delegados de todo el mundo. La alocución del mandatario estadounidense, que volvió a defender la invasión de Irak, en cambio, fue recibida con frialdad.

REFUERZO MILITAR Ayer, Bush advirtió de que "los enemigos" de EEUU que actúan en el país árabe podrían "planear ataques en otros lugares, en Estados Unidos y en otras naciones libres", si se retiraran los 140.000 soldados de EEUU presentes en Irak. Además, se mostró dispuesto a aumentar este contingente en caso de que lo solicite el comandante de las fuerzas de EEUU en la zona, el general John Abizaid.

Pocas horas antes, Abizaid había hecho una insinuación en ese sentido ante el Congreso de Estados Unidos. "Serán necesarias más tropas para asegurar la celebración de las elecciones en Irak a finales de enero", manifestó. Sin embargo, el general consideró que los soldados adicionales pueden ser iraquís o "tropas internacionales". "No preveo la necesidad de trasladar más tropas estadounidenses, aunque no lo puedo descartar", matizó.

CALENDARIO INAMOVIBLE Pese a la violencia que reina en el país, el primer ministro iraquí prometió ayer que las elecciones se celebrarán en enero, como está previsto. "La insurgencia en Irak es destructiva, pero pequeña", indicó Alaui, que presentó en Washington la misma visión optimista y positiva de la posguerra iraquí que proclama Bush. "Tal vez no serán las mejores elecciones que Irak pueda celebrar, y serán sin duda una excusa para que aquellos que desprecian la libertad cometan actos violentos. Pero tendrán lugar, y serán libres y justas", dijo.

Alaui, que hoy intervendrá ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, comenzó su visita a Washington con una intervención ante las dos cámaras del Congreso, un honor que se concede a pocos líderes extranjeros. El mandatario iraquí aprovechó la ocasión para mostrar su gratitud hacia EEUU. "Gracias, Estados Unidos", dijo a los congresistas, antes de asegurar: "Hoy nosotros estamos mejor, ustedes están mejor y el mundo es mejor sin el depuesto dictador".

Pese a los secuestros, asesinatos y continuos atentados en Irak, Alaui minimizó el alcance de la violencia. Además de afirmar que Faluya, bastión de los insurgentes, no es más que "una pequeña parte" del país, aseguró que "la seguridad es total" en 14 de las 18 provincias iraquís.

CONFLAGRACION MUNDIAL En total sintonía con Bush, el primer ministro iraquí hizo hincapié en que en la guerra de Irak no se dirime sólo el futuro de ese país. "Se trata de una conflagración mundial entre los que quieren vivir en paz y libertad y los terroristas que atacan indiscriminadamente a soldados y civiles, como hicieron trágicamente el 11-S en EEUU y luego en España, en Indonesia, en Arabia Saudí, en Rusia, en mi país y en muchos otros".