El republicano Porter Goss, hasta ahora presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, fue nombrado ayer nuevo director de la CIA. "Es el hombre perfecto para dirigirla en este crítico momento", dijo el presidente de EEUU, George Bush.

Goss sucede a George Tenet, que dimitió el pasado junio tras varios meses de críticas por su papel en el asunto de las armas de destrucción masiva en Irak y por los errores que precedieron a los atentados del 11-S. "Los agentes de espionaje están haciendo un gran trabajo. Yo fui uno de ellos y estoy orgulloso de volver a serlo", indicó Goss, de 65 años, que trabajó en la CIA entre 1960 y 1971 y protagonizó una sonada discusión con Tenet por un informe en el que calificaba de "reacio al cambio" al personal de la CIA.

Congresista desde 1989 por Florida, su nombramiento causó cierta sorpresa, ya que Bush no pensaba nombrar sucesor de Tenet en plena campaña electoral para evitar polémicas.

El Senado debe confirmar la designación de Goss y algunos analistas creen que afrontará dificultades en ese proceso debido a las controversias sobre la CIA acentuadas en este período preelectoral. Sin embargo, la decisión de Bush cayó en general bien en el Congreso.

El candidato demócrata a la presidencia, John Kerry, pidió que las audiencias de confirmación sean "justas, bipartidistas y expeditas", aunque lamentó que Bush aún no haya nombrado un candidato "para el puesto más importante", el de Director Nacional de Inteligencia.

LUCHA ANTITERRORISTA Si es confirmado, Goss tendrá que lidiar con la necesidad de conjugar esa complicada reforma con la de mejorar el sistema de recogida de inteligencia de cara a la lucha contra el terrorismo.

El presidente dijo hoy que espera las recomendaciones de Goss acerca de esa reforma. El hecho de que el elegido para dirigir la CIA sea un legislador apreciado en ambos partidos puede ayudar a poner en marcha esas medidas en el Congreso.