Marginada del encuentro, Cuba estuvo en el punto de mira de la cumbre americana que 34 gobernantes cerraron ayer en Monterrey con la firma de la Declaración de Nuevo León. Sólo el venezolano Hugo Chávez defendió al régimen de Fidel Castro, mientras George Bush llamaba a los mandatarios latinoamericanos a "trabajar por una transición rápida y pacífica" en la isla.

"La dictadura no tiene cabida en América. Juntos, lo lograremos porque el espíritu de la libertad florece en los rincones más oscuros de las prisiones de Castro", dijo Bush. Justo después, Chávez elogió la ayuda aportada por el régimen castrista a su país en materia de sanidad y educación. "A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César", dijo.

Estas declaraciones fueron sólo un ejemplo del desencuentro registrado en la cumbre extraordinaria de las Américas entre EEUU y una Latinoamérica dispuesta a encontrar sus propios caminos. Chávez, que llegó a México resaltando que "estos foros sólo sirven para la foto", señaló que el encuentro creó una "oleada de fuerza latinoamericana" y consolidó un eje entre Brasil, Argentina y Venezuela, capaz de plantar cara al poderoso del norte.

"El eje se ha dibujado clarísimo entre los tres países", afirmó Chávez. El dirigente venezolano añadió, grandilocuente, que "si hace 200 años hubo un eje en el que estaban los movimientos suramericanos de independencia que venían por el Pacífico, ahora el eje viene por el Amazonas, el Río de la Plata y el Orinoco".

CORRUPCION Y POBREZA Los mandatarios firmaron una declaración que pone el acento en la lucha contra la corrupción y la pobreza, y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

A cambio de resaltar la prioridad de la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), los latinoamericanos consiguieron reducir el coste del envío de las remesas de dinero de los emigrantes a sus países e incluir la propuesta de Venezuela de crear un fondo para ayudar a los países que soportan los más graves problemas sociales.

El presidente mexicano, Vicente Fox, fue el único en apoyar abiertamente las propuestas relativas al ALCA e incluso a una "cláusula de transparencia" para apartar de los organismos continentales a gobiernos presuntamente corruptos.