La desclasificación del informe secreto que George Bush recibió el 6 de agosto del 2001, pese a un nuevo retraso de la Casa Blanca en la fecha para hacerlo público, es cada vez más imperiosa para la Administración. Filtraciones del contenido del memorando recogidas por la agencia Associated Press aseguran que, aunque no se alertaba precisamente de un ataque como el que se produjo el 11-S, el documento incluía información de una investigación de agentes federales sobre un posible ataque terrorista en suelo estadounidense.

Las nuevas revelaciones ponen aún más en entredicho el testimonio de la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, que el jueves declaró bajo juramento ante la comisión independiente del 11-S. Rice insistió en la versión mantenida por la Casa Blanca de que ese informe contenía sobre todo datos "his- tóricos" y no mencionaba amenazas concretas. La asesora de Bush tuvo que admitir que el título del memorando era Bin Laden, decidido a atacar en Estados Unidos .

Según personas consultadas por Associated Press que han visto el documento de folio y medio, la información más actual que incluía provenía de servicios de espionaje que, en mayo del 2001, tuvieron datos sobre una posible trama para realizar un ataque con explosivos dentro del país norteamericano. El memorando incluía también una serie de informaciones de los servicios de espionaje --en su mayor caso no corroboradas-- que citaban el interés de Al Qaeda en secuestrar aviones para lograr la liberación de extremistas detenidos en 1998 y 1999.

RED DE APOYO EN EEUU También, según AP, se mencionaban viajes de miembros de Al Qaeda que parecían indicar que la organización podía tener apoyo en EEUU. Además, el FBI advertía sobre posibles secuestros de aviones y otros ataques.

Pese a la creciente polémica sobre el documento, la Casa Blanca ha decidido retrasar su publicación. La desclasificación estaba prevista inicialmente para el viernes. Mientras, las declaraciones de diversos altos funcionarios dejan entrever una campaña para distanciar a la Administración del FBI y atribuir a esta agencia la falta de respuesta. La Casa Blanca ofreció el viernes pruebas de que el FBI recibió instrucciones dos meses antes de los atentados para incrementar el seguimiento de posibles terroristas y, en declaraciones a The New York Times , algunos funcionarios han puesto en duda que el FBI las pusiera en práctica.