Los equipos de rescate de Corea del Sur continúan este jueves la búsqueda a la desesperada de los 288 desaparecidos en el trágico naufragio de un barco en el que viajaban 475 personas, la mayoría estudiantes de bachillerato, en la costa suroeste del país.

Tras elevar en las últimas horas a nueve el número de muertos confirmados, los buceadores continúan buscando en unas condiciones especialmente adversas, con el buque sumergido desde hace ya aproximadamente 22 horas a unos 30 metros de profundidad en aguas de escasa visibilidad.

Todos los datos apuntan a que prácticamente la totalidad de los desaparecidos quedaron atrapados dentro del buque 'Sewol' cuando éste aparentemente chocó con un obstáculo a las 09.00 horas del miércoles (01.00 de la madrugada) antes de volcar y hundirse lentamente durante dos horas. De ser ese el caso, es improbable que haya supervivientes debido a la baja temperatura de las aguas (unos 12 grados), al tiempo transcurrido y a las dificultades de acceso a la nave.

Baile de cifras

Tras un continuo y desconcertante baile de cifras por parte de las autoridades surcoreanas, los últimos datos oficiales cifran en 475 las personas que viajaban a bordo del 'Sewol,' con capacidad para 921 pasajeros. Un total de 325 eran estudiantes de un instituto de Ansan, en la periferia de Seúl, que partieron en un viaje escolar la noche del martes desde el puerto de Incheon, al noroeste del país, con destino a la turística isla meridional de Jeju.

Los equipos de rescate lograron evacuar a 179 pasajeros, y decenas de ellos están siendo tratados en el hospital por diversas heridas, roturas de huesos y quemaduras.

Polémica por el rescate

Los testimonios ofrecidos por los supervivientes, así como mensajes de texto enviados desde dentro del barco por estudiantes a sus familiares, indican que tras colisionar el barco se solicitó a los pasajeros permanecer en sus asientos, algo que quizá les hizo perder un tiempo crucial para ponerse a salvo.

Las familias de las víctimas ya han expresado su rabia e indignación contra el Gobierno, al que acusan de gestionar mal el rescate y proporcionar información incorrecta. Critican el retraso en las tareas de evacuación, ya que el barco tardó dos horas en hundirse y en ese espacio solo se pudo salvar a 179 pasajeros. Los familiares han recibido con un aluvión de protestas al primer ministro surcoreano, Chung Hong-won, cuando éste ha acudido a la localidad de Jindo para reunirse con ellos.

Orden de no moverse

También ha indignado el baile de cifras durante las primeras doce horas desde el suceso por parte de las autoridades de Seúl, que variaron constantemente los datos oficiales e incluso despertaron falsas esperanzas al asegurar en cierto momento que había un centenar de desaparecidos. La mayoría de familiares de las víctimas son los padres y allegados de los 325 estudiantes de bachillerato.

Los supervivientes, por su parte, han criticado lo que podría ser una grave negligencia por parte de la tripulación del barco, que les ordenó permanecer en sus asientos en lugar de ponerse a salvo durante aproximadamente una hora tras escucharse el estruendo que dio lugar al inicio del hundimiento.

"El barco se inclinaba cada vez más, pero hubo varias transmisiones que nos decían que nos quedáramos en nuestro lugar", relató un superviviente de 17 años al diario local 'Hankyoreh', tras opinar que "quizá todo habría sucedido de otra manera si la gente hubiera salido más rápido". Otros rescatados han denunciado que el capitán del barco, que salió del accidente con vida, fue uno de los primeros en abandonar la embarcación durante el hundimiento.

Giro brusco

El Gobierno ha descartado pronunciarse sobre las especulaciones que rodean el caso y ha anunciado que no se comenzará a investigar hasta que concluyan las labores de rescate. Sí ha avanzado algún dato sobre las causas del accidente la Guardia Costera, que ha apuntado que el ferri hundido se desvió de la ruta recomendada e hizo un giro brusco.

Tras interrogar al capitán y a otros miembros de la tripulación, funcionarios de la Guardia Costera han informado a medios surcoreanos de que el buque se desvió de la ruta recomendada por el Gobierno entre el puerto de Incheon (noroeste) y la isla de Jeju (sur). Según las autoridades, el barco habría realizado un cambio de dirección brusco en lugar de girar de forma gradual en aguas frente a la costa suroeste.

Este giro podría haber causado el desplazamiento de parte de la carga, lo que habría desequilibrado el barco y provocado su vuelco, según una nueva hipótesis planteada por expertos que todavía no han podido ser verificada. Los supervivientes han relatado que oyeron un fuerte estruendo en el barco, que fue volcando poco a poco hasta hundirse casi por completo unas dos horas después.

Las primeras evaluaciones sobre lo sucedido mantienen que el 'Sewol' colisionó con una roca o un arrecife que habría roto su casco provocando la entrada de agua, aunque se han multiplicado las conjeturas sobre las causas del hundimiento.