El dimitido presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, difundió ayer una carta dirigida al pueblo argelino en la que defendió sus 20 años de mandato y pidió disculpas por no haber podido concluirlo. «Dios sabe que fui sincero y fiel. No estoy triste, no temo por el futuro de mi país», fueron dos de las frases más destacadas de una misiva en la que también deseaba que Dios ayude a su sucesor «a seguir concretando las esperanzas y ambiciones de las hijas y de los hijos» de Argelia.

«Próximamente, Argelia tendrá un nuevo presidente y espero que Dios le ayude a seguir concretando las esperanzas y ambiciones de sus hijas y de sus hijos», añadió Buteflika, quien afirmó haber «pasado» sus «mejores años con los argelinos». «Y esta es mi esperanza, que se avance con cuidado especial para permitir que los jóvenes y las mujeres acceder a puestos políticos, al Parlamento y la Administración. Tengo una gran confianza en su capacidad».

Buteflika, de 82 años, se mostró «orgulloso» de haber contribuido él mismo a mejorar Argelia. «Que hoy me haya convertido en un ciudadano más, no me impide estar orgulloso de mi contribución a la entrada de Argelia en el siglo XXI. Su situación es mejor de lo que era antes».