Cabo Daciolo pretende cambiar a Brasil, su gobierno y a su pueblo, con un mensaje mesiánico donde utiliza los pasajes de la Biblia para arengar a sus seguidores a creer en él y en sus propuestas y aunque no tenga mucho impacto en el grueso del electorado, él confía en su palabra y la intervención divina para vencer en las urnas.

Pero no fue siempre un santo. “Bebía mucho, era mujeriego”, admitió el Cabo Daciolo pero siempre fue una persona necesitada de la fé y de las creencias religiosas, sin importar que algunas estuvieran fuera de lo establecido, como la iglesia Bola de Neve, creada por un surfista, con un altar en forma de tabla y de la cual era un seguidor.

Luego este carioca ganó notoriedad al liderar una huelga de bomberos en 2011 en Rio. Pasó nueve días en prisión y después de esto, llegó a la política con la diputación federal bajo la bandera del PSOL, un partido de izquierda laica, que lo expulsó a principios de 2015 por querer cambiar el artículo 1 de la Constitución: pasar de “todo el poder emana del pueblo” a “todo el poder emana de Dios”.

SU PASO HACIA LA POLÍTICA

Así aterrizó en el partido Patriota, que lo acogió para la presidencial al no conseguir reclutar a Jair Bolsonaro, pero como Cabo Daciolo es hijo de un coronel, muestra una proximidad ideológica con el excapitán, sobretodo su militarismo.

Bolsonaro cita usualmente a Dios, pero el fervor de Daciolo, un pastor itinerante, no tiene parangón. Es el primer candidato en haber leído la Biblia durante un debate televisado. Propuso una semana nacional de adoración de Dios, para comenzar el año con el pie derecho y encontró un nicho entre los brasileños asqueados por la política, un terreno en el que prosperan las iglesias evangélicas en Brasil.

Pero su personalidad y estilo no han tenido mucho impacto entre los electores, ya que apenas tiene el 1% en las encuestas, pero “100% de chances con Dios”, asegura. Y como además “la convicción de que la fe mueve montañas”, Cabo Daciolo se convirtió en uno de los fenómenos mediáticos de la campaña presidencial en Brasil.

El diputado habló con la agencia AFP cuando partió para “orar y ayunar durante 21 días en las montañas, por el país y por Jair Bolsonaro”, en uno de esos retiros espirituales que realiza para cargar energía y convencer a más adeptos.

ES UN ENVIADO DE DIOS

Así, anuncio este a sus 264.000 seguidores que tiene en Facebook y aunque casi no realiza apariciones públicas, Biblia en mano acostumbra a arengar a sus internautas con virulentos videos que comienzan con un “Gloria a Dios”.

“No soy un político, soy un enviado de Dios”, exclamó en Instagram el bombero de reserva, de 42 años, de físico atlético, que quiere expulsar a Satanás del Congreso en Brasilia. “Todo el mundo dice: Daciolo, estás loco de lanzarte a la campaña” y aseguró que “para los hombres, mis posibilidades son de menos de 0,001%. Pero para Dios, son de 100%”. Para él, “los sondeos mienten”, el “fraude electoral” será masivo, pero la victoria está asegurada.

Daciolo encontró en su esposa Cristiane una encargada de comunicación incondicional que ha sido una de las artífices de hacer de su campaña un fenómeno mediático, aunque asegura Daciolo que cuando realiza sus ayunos, “su ausencia es solo física, las redes sociales están a mil por hora en la campaña”, aseguró.

Y la agencia AFP le cuestionó si no se “se arriesga a ser penalizado en las urnas por una larga ausencia”, a lo que el polémico candidato aseguró que “él cree que esta campaña se ganará con ayuno y oración”. Y aseguró que será de “la misma forma que Dios en el primer debate lo llevó de anónimo a una persona conocida nacionalmente”.

Tras ocho horas de escalada, Cabo Daciolo se aisló en la cima de una montaña de la zona oeste de Rio, con un grupo de bomberos y pastores evangélicos, el pasado 12 de septiembre, el candidato ataviado con una camisa de leñador, vocifera ante un fuego de camping nocturno.

EL PRÓXIMO PRESIDENTE DE BRASIL

“Soy el próximo presidente de la República”, grita mientras salta tras haber leído un pasaje de la Epístola a los Efesios: “Despierta, tú que duermes”. Con el Nuevo Testamento en mano, fustiga a las élites políticas “ligadas a la masonería”, a los medios y al “sistema corrompido por algunas familias como la Rockefeller”.

Pero las personas dudan de sus propuestas y en una foto del candidato leyendo la Biblia en una hamaca le vale comentarios poco cristianos. “Ese candidato está mentalmente perturbado. ¿Creen que en política se gana con estas locuras?”, se pregunta un internauta. “¿Este señor tiene un programa político? ¿Qué va a hacer por la salud, la educación, los jubilados, la seguridad?”, se pregunta otro.

Pero ante las críticas, el Cabo Daciolo asegura que “para luchar contra la criminalidad, hay que hacerles leer la Biblia a los narcotraficantes” y de esta manera, busca vencer a “Satanás” en todo el entorno político de Brasil.