Los ministros de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y de Cuba, Bruno Rodríguez, se reunirán en Toronto (Canadá) para discutir el papel de la isla "en la resolución pacífica de la crisis en Venezuela" y la respuesta a la activación de la ley Helms-Burton en los EEUU.

La reunión supone un incremento inusual de los contactos al más alto nivel entre los dos países, en torno a la situación en Venezuela y la reactivación del Título III de la ley Helms-Burton, por parte de la administración del presidente estadounidense, Donald Trump. Freeland ya viajó el pasado 16 de mayo a La Habana para reunirse con Rodríguez a tratar los mismos temas.

La intensificación de los contactos entre los dos países se produce pocas horas después de que Freeland asistió en Guatemala a una reunión del Grupo de Lima, formado por una docena de países centro y sudamericanos que respaldan al líder opositor venezolano Juan Guaidó.

Solución pacífica en Venezuela

La semana pasada, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, viajó a Ottawa para tratar con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, la crisis venezolana. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá señaló en un comunicado, que la visita de Rodríguez "permitirá una oportunidad para que ambos ministros discutan el papel que Cuba puede jugar en la resolución pacífica de la crisis en Venezuela".

"Canadá y Cuba también discutirán cómo están respondiendo a la decisión de los Estados Unidos" de activar el Título III de la ley Helms-Burton, añadió el comunicado de las autoridades estadounidenses. Precisamente durante la visita de Pence a Ottawa el pasado 30 de mayo, Canadá y los EEUU exhibieron sus diferencias sobre Cuba.

En la conferencia de prensa tras la reunión, Pence declaró que los Estados Unidos y Canadá, tienen que "trabajar juntos para exponer la maligna influencia de Cuba en Venezuela. Y solicitar a Cuba que cese esa influencia y permita que la libertad florezca en Venezuela. Y debemos hacerlo juntos".

Pero la respuesta que recibió de Trudeau fue que Ottawa y Washington están en desacuerdo sobre el papel de las autoridades cubanas. "Nosotros tenemos otra" posición, dijo Trudeau. "En el Grupo de Lima reconocemos que Cuba puede potencialmente jugar un papel positivo en el bienestar y la futura estabilidad de Venezuela", añadió.