Los opositores a la pena de muerte en EEUU volvieron ayer a la carga, esta vez para tratar de que se declare anticonstitucional el ajusticiamiento de menores, vigente en 19 de los 51 estados de la Unión. Una prestigiosa coalición de personalidades e instituciones, encabezada por el expresidente demócrata Jimmy Carter y apoyada por la UE, ha acudido al Tribunal Supremo para pedir que se derogue este brutal castigo.

"La ejecución de quienes cometieron crímenes antes de los 18 años viola los derechos humanos y los niveles mínimos de decencia que comparten todas las naciones del mundo", sostiene la coalición en su escrito dirigido al Tribunal Supremo. Entre los firmantes figuran también el expresidente de la desaparecida Unión Soviética, Mijail Gorbachov, 18 premios Nobel de la Paz, varios diplomáticos estadounidenses, 28 grupos religiosos de EEUU y asociaciones médicas y judiciales de ese país. Los gobiernos de Canadá y de México también apoyan la petición al Supremo.

JOVENES EJECUTADOS Los adolescentes "son más susceptibles a las tensiones, más volátiles emocionalmente y menos capaces de controlar sus emociones que los adultos", argumenta la Asociación Médica Americana. Desde la restauración de la pena de muerte en EEUU, en 1976, 22 de los 920 ejecutados eran menores. La mitad de éstos fueron ajusticiados en Tejas, el estado del que fue gobernador George Bush.