La mayoría de las víctimas mortales del ataque que causó una matanza el sábado en las afueras de Alepo eran niños. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en Londres y activistas en Siria, ha indicado hoy que al menos 68 de las personas asesinadas en el ataque, que causó 126 muertos y decenas de heridos, eran menores de edad. El estallido de un coche bomba -no se ha confirmado si detonado a distancia o conducido por un suicida- tuvo lugar en el área de Al Rashidin, al oeste de Alepo, en el norte de Siria. El objetivo era un largo convoy de sirios evacuados de las poblaciones de Fua y Kefraya, de mayoría chíí, pro-gobierno sirio y asediados por grupos rebeldes y yihadistas desde marzo del 2015.

Al menos 109 de los muertos eran personas que procedían de esas localidades situadas en la provincia de Idleb, según datos de la Media Luna Roja. Los voluntarios de esta organización se encontraban en el lugar del ataque para asistir a los evacuados ofreciéndoles agua y alimentos en su trayecto hacia una zona controlada por el Gobierno sirio.

La misma fuente ha señalado que 13 de las víctimas mortales eran mujeres y el resto, hombres, entre ellos varios armados. El OSDH ha subrayado que el número de muertos podría aumentar porque hay heridos en estado muy grave y personas desaparecidas.

Los evacuados que fueron blanco del ataque -que no ha reivindicado ningún grupo- se encontraban en un convoy de 75 autobuses y 20 ambulancias que estaba bloqueado desde el viernes en la zona de Al Rashidin, en las afueras de Alepo, y que trasladaba a civiles en el marco de un acuerdo entre el régimen de Damasco y grupos rebeldes.

Según este pacto, unas 30.000 personas tenían que salir de cuatro poblaciones asediadas, dos en manos rebeldes y dos controladas por el Gobierno sirio. La agencia France Press informó ayer de que unos 7.200 evacuados se encontraban estancados en medio de su recorrido.

Medios de comunicación sirios difundieron imágenes del lugar donde se produjo el ataque, perpetrado con un vehículo cuatro por cuatro o una furgoneta. Las fotografías y vídeos mostraban vehículos ardiendo, autobuses ennegrecidos con los cristales rotos y decenas de cuerpos inertes en el suelo, mutilados o quemados. La agencia oficial SANA habló de «una explosión terrorista contra los autobuses que trasportaban a familias de Fua y Kefraya».

ACUERDO DE EVACUACIÓN / El mes pasado, Hizbulá e Irán, aliados de Damasco, y la facción siria Ejército de la Conquista pactaron la evacuación bajo los auspicios de Catar. El acuerdo preveía la salida de familias, así como de combatientes rebeldes, de las localidades de Madaya y Al Zabadani, de mayoría suní, situadas cerca de Damasco y asediadas por el Ejército sirio desde junio del 2015, y la evacuación de personas de Fua y Kefraya.

El atentado se produjo cuando los autobuses con evacuados de Fua y Kefraya esperaban en el paso de Al Rashidín para cruzar a las áreas bajo el control de las autoridades del régimen en Alepo. Los vehículos estaban aparcados cuando una furgoneta o un cuatro por cuatro estalló junto a algunos de ellos.

La Media Luna Roja aseguró que continúan los preparativos en Fua, Kefraya y Al Zabadani para que dé comienzo la segunda parte de la primera fase de la evacuación pactada.