Casi 800.000 ucranianos han llegado a Rusia desde el estallido del conflicto armado en el este de su país, de los cuales cerca de 100.000 han pedido refugio, informó hoy la subdirectora del Servicio Federal de Migración (FMS, por sus siglas en ruso) de Rusia, Yekaterina Yegórova.

Desde el 1 de abril de este año, más de 780.000 ciudadanos ucranianos han entrado en Rusia, "la mayoría de los cuales se encuentra en las regiones rusas fronterizas con Ucrania", dijo Yegórova en unas declaraciones a la agencia rusa Interfax.

De ellos, son ya "99.364 personas las que han pedido el estatus de refugiado o refugio temporal", dijo la funcionaria.

Yegórova admitió que las regiones fronterizas rusas "no están en condiciones de acoger a toda la gente que llega desde Ucrania".

"Los distribuimos en otros territorios de Rusia", explicó la funcionaria.

Con anterioridad, el director del FMS, Konstantín Romadánovski, había cifrado en medio millón a los ucranianos que podrían solicitar formalmente refugio en Rusia a causa del conflicto en las regiones orientales de Ucrania, de mayoría rusohablante.

El Gobierno ruso ha denunciado que en la regiones orientales de Ucrania, donde las tropas gubernamentales combaten a las milicias separatistas, tiene lugar una catástrofe humanitaria.

Los choques armados en Lugansk y sus alrededores, y en las afueras de Donetsk, ciudades que juntas sumaban más de 1,4 millones de habitantes antes de la guerra, ha provocado el éxodo de su población.

Lugansk ha sido casi destruida por los combates y dos tercios de su población, más de 430.000 habitantes antes del inicio del conflicto armado, han abandonado la ciudad, según el mando de las milicias separatistas prorrusas.

"De la ciudad prácticamente no queda nada: la mitad de los edificios ha sido destruida o dañada, no hay luz ni agua", dijo a la agencia rusa Interfax un portavoz prorruso.

Según las autoridades ucranianas, desde el martes las calles del centro de Lugansk son escenario de encarnizados combates.