La historia del caso de asesinato más antiguo jamás resuelto de Estados Unidos no deja indiferente. El crimen se cometió en diciembre de 1957, pero el culpable no fue encarcelado hasta el 2012. El apasionante caso de la pequeña Maria ha dado lugar a la publicación del libro de Charles Lachman “Footsteps in the Snow” [Pisadas en la Nieve], y el próximo diciembre el culpable presentará apelación.

El pasado tocó a la puerta del departamento de la policía estatal de Illinois cuando Janet Tessier mandó en el 2008 un 'e-mail' en el que daba un ultimátum: “Es la última vez que menciono esto a nadie (...) es agotador y desentierra recuerdos dolorosos y horribles.” La hermana de John Samuel Tessier afirmaba que este habia sido el culpable de la desaparición y la muerte de Maria Ridulph, una niña de 7 años que fue raptada en 1957 y cuyos restos se hallaron cinco meses después.

La pequeña Maria había estado jugando en la calle la noche del 3 de diciembre con su amiga Kathy Sigman en los suburbios de Sycamore, Illinois. De pronto se les acercó un hombre de aspecto familiar que les ofreció llevarlas a caballito. Kathy tuvo frío y se fue a buscar sus guantes a casa, y al volver no encontró ni rastro de Maria ni del joven.

OBSESIÓN NACIONAL

El caso no solo revolucionó a la población de Sycamore, que salió a la calle rifle en mano en busca de la niña, sino que se convirtió en aquel momento en una obsesión nacional. Además de mandar 60 agentes durante varias semanas a investigar en Sycamore, el jefe del FBI J. Edgar Hoover pedía actualizaciones diarias sobre el tema, y hasta el presidente Eisenhower pidió estar enterado del caso. Pero las insaciables búsquedas fueron infructuosas hasta pasadas muchas semanas, cuando los restos de la pequeña se encontraron ya descompuestos cerca de una carretera estatal.

Y el culpable nunca salió a la luz. El principal sospechoso, Samuel Tessier, era un vecino de 24 años repudiado por sus costumbres bizarras y por haber asustado niñas con anterioridad. El FBI llegó a estar convencido de su culpabilidad, pero la falta de pruebas y la coartada de Tessier mantuvieron el caso abierto indefinidamente. Los padres del sospechoso afirmaban haber estado con él aquella noche, a kilómetros del lugar del secuestro de Maria.

El misterio quedó en el aire hasta que, en 1993, Eileen Tessier, la madre del sospechoso, le confesó a su hija Janet en el lecho de muerte que su hermano Samuel era culpable. Aún ignorando haber sido delatado, Samuel cambió su nombre a Jack McCullough tras fallecer su madre. McCullough vivía en una comunidad de jubilados en Seattle con su cuarta mujer cuando, en el 2011, llamó a su puerta el detective Mike Ciesynski, que estaba investigando el caso.

CADENA PERPETUA

La retahíla de demandas por acoso sexual que Tessier/McCullough ha recibido a lo largo de su vida, además del desmoronamiento de su antigua coartada tras la confesión de su hermana Janet, llevaron a su arresto y enjuiciamiento en el 2012. El acusado, que para entonces tenía 73 años, fue condenado a cadena perpetua, pero todavía sostiene que es inocente y presentará su apelación al tribunal el próximo 3 de diciembre, según informa el New York Post. La fecha del nuevo juicio marca exactamente 57 años desde la noche del crimen en 1957.

Muchos departamentos de casos abiertos ('cold cases') en Estados Unidos acaban cerrando por falta de interés y presupuesto, pero el detective Ciesynski confía en que el impacto de haber resuelto este caso hará que se reevalúe la importancia de este tipo de investigaciones.