El presidente cubano, Fidel Castro, insinuó la pasada madrugada que el pasado alcohólico del presidente de EEUU, George Bush, "ayuda a explicar la extraña conducta y belicosidad" del jefe de la Casa Blanca.

Castro dedicó buena parte del discurso conmemorativo del 51º aniversario del asalto al Cuartel de Moncada, que marcó el inicio de la revolución cubana, a citar párrafos del libro Bush en el diván del psiquiatra estadounidense Justin Frank, que describe al presidente de Estados Unidos como un exalcohólico sin tratamiento, un "borracho seco" y un fanático religioso que arrastra secuelas que pudieron influir en su decisión de atacar Irak.

Castro leyó también párrafos del libro Blancos estúpidos , de Michael Moore --director de Farenheit 9/11 -- en el que el cineasta califica a Bush de "analfabeto funcional". Tras el ataque, Castro pasó a la defensiva y salió al paso de las acusaciones de Bush, quien aseguró en Miami que Cuba "ha reemplazado al sudeste asiático como destino de los pederastas y el turismo sexual".

"En la mente calenturienta del todopoderoso señor de la Casa Blanca --dijo el mandatario de La Habana, que contaba con el niño exbalsero Elián González entre el público-- no sólo hay que salvar a Cuba de la tiranía, hay que salvar a los niños cubanos de la explotación sexual".